El Col·legi Oficial de Psicologia de la Comunitat Valenciana (COPCV), junto a la Confederación Empresarial Comunitat Valenciana (CEV), ha elaborado una 'Guía para el Teletrabajo COVID19', en la que advierte que es fundamental un "contrato psicológico" y un "cambio mental" basado en la confianza recíproca por parte de la organización y el trabajador, ya que esta modalidad "no se puede plantear como una copia del trabajo presencial".

La vocal de la Junta de Gobierno del COPCV, Pilar del Pueblo, ha valorado que el decreto ley que regula el teletrabajo era "necesario ya que incluso antes de la crisis sanitaria de la Covid-19, esta modalidad estaba siendo implantada en muchas organizaciones, pymes y autónomos y que la pandemia lo que ha provocado es su irrupción de forma repentina y masiva".

Para algunas organizaciones y trabajadores, el teletrabajo puede generar incomodidad, resistencia a la tecnología, inseguridad en cuanto a nuestras capacidades y productividad, sensación de aislamiento, falta de compromiso y miedo a perder el control de los colaboradores.

La guía elaborada por el COPCV pretende hacer frente a estos riesgos a través de cuatro áreas y 16 pautas que reflejan los aspectos en los que focalizarse para conseguir mantener el nivel de eficacia y bienestar necesarios.

Tanto Del Pueblo como Óscar Cortijo, vicedecano del COPCV y psicólogo del Trabajo y de las Organizaciones, coinciden en que el factor clave es la confianza mutua y saber que quien hace presentismo también puede hacer telepresentismo. Por ello, para Cortijo, esta modalidad exige un "contrato psicológico" por parte de los agentes implicados y "no debe de ser una réplica del trabajo analógico". "La digitalización exige un cambio mental", ha asegurado.

Con el teletrabajo el horario se flexibiliza dando paso a la autogestión del tiempo, la autonomía y la responsabilidad del trabajador mientras que el empleador, tendrá que dejar de lado la medición de tiempos para valorar el trabajo por proyectos y objetivos.

RUTINA

La publicación apunta la necesidad de establecer una rutina similar a la que se realizaba al asistir presencialmente al trabajo, como desayunar, arreglarse y practicar deporte. También recomienda habilitar un espacio adecuado para desarrollar las tareas laborales e incluir en él elementos que nos recuerden que estamos trabajando como por ejemplo, material o el logo de la empresa.

Otras de las recomendaciones es establecer una rutina de conexión (ponerse en contacto con los compañeros y realizar una lista de quehaceres, entre otros) así como de desconexión (apagar el ordenador u ordenar la mesa). "Es imprescindible disponer de los medios y herramientas necesarias para que la productividad no se vea mermada", afirma del Pueblo.

El vicedecano del COPCV señala dos posibles peligros a la hora de implantar esta modalidad laboral. Por una parte, que el trabajador no tenga las competencias o recursos para desempeñar sus labores y haya problemas de rendimiento.

"El trabajo a distancia va a acelerar la monitorización del desempeño. Está demostrado que presentismo no equivale a productividad y quien lo llevara a cabo, va a tener que cambiar de estrategia porque se va a evidenciar su escaso rendimiento. Ahora más que nunca, se va percibir el valor añadido que aporta cada integrante de la empresa y esto exige ética de directivos y empresarios, y madurez de los trabajadores", ha expuesto.

Otro riesgo a los que hace referencia el psicólogo es el de que los mandos intermedios y superiores recurran a un exceso de trabajo con la intención de fiscalizar o intentar subsanar la falta de control hacia el empleado.

"Sería un gran error, que ante la imposibilidad de controlar el horario de la jornada laboral, saturaran con tareas al empleado. Esto mostraría una falta de ética y de responsabilidad social por parte de la organización. Los estilos de dirección son muy importantes como referentes y generadores de personas comprometidas con el proyecto empresarial", ha advertido.

VENTAJAS

Entre las ventajas del teletrabajo se encuentra la posibilidad de que los conceptos de conciliación y corresponsabilidad sean realmente puestos en marcha. "Es precisa la adaptación a unos horarios laborales más racionales porque actualmente están totalmente descoordinados con los horarios de guarderías y colegios, somos el único país que tiene pausas de más de dos horas al mediodía para comer", ha explicado.

Las consecuencias de esta situación, según el experto, "son pocas horas de sueño, baja productividad, imposibilidad de conciliación de la vida personal, familiar y laboral, así como problemas en la salud".

El trabajo a distancia adecuadamente implantado es decir, con flexibilidad horaria y la gestión del tiempo de manera racional, "es un paso decisivo hacia la conciliación y la corresponsabilidad", ha asegurado Cortijo, quien además de psicólogo del trabajo es coordinador en la Comunitat Valenciana de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE).