El PSPV-PSOE de Castellón mostró ayer su intención de conseguir un tercer escaño en el Congreso de los Diputados después de las próximas elecciones generales del 10 de noviembre en las que «luchará» contra la posible abstención de los electores.

Lo explicó ayer en rueda de prensa el secretario general socialista en la provincia, Ernest Blanch, junto a la cabeza de lista al Congreso, Susana Ros, y los números dos y tres, Germán Renau y Mari Carmen Aguilella; y el número uno al Senado, Artemi Rallo, y los números dos y tres, Ana Belén Edo y Josep Lluís Grau.

Blanch lamentó el hecho de que no fructificaran las negociaciones para conseguir la investidura del presidente del Gobierno y aseguró que «nadie quería llegar a este punto». El dirigente del PSPV explicó que la intención del partido es conseguir un tercer escaño --hasta ahora cuentan con dos-- y que Mari Carmen Aguilella también represente a los castellonenses en la Cámara Baja.

Asimismo, el secretario general hizo referencia a la posible abstención cara a los próximos comicios, especialmente entre los votantes de izquierdas, y señaló que «el ambiente no es de desgaste» y las encuestas «son la palpación de una tendencia».

prueba // Para Blanch, «lo más importante es la encuesta del 10N», que va a ser «una prueba de fuego» y lo que va a hacer el PSOE, señaló, es «luchar contra la alta abstención» para conseguir que los votantes socialistas acudan a las urnas y Aguilella «sea diputada».

El secretario general reconoció el «desánimo» de la población ante estos terceros comicios pero sentenció que «no solo se trata de perder 10 minutos el 10N, sino que nos jugamos el modelo de sociedad que queremos». Por su parte, el cabeza de lista al Senado, Artemi Rallo, apuntó que, después de lo ocurrido en Andalucía y en otros municipios de España, «con gobiernos reaccionarios de derecha y ultraderecha», los votantes «han comprobado que es una suma fácil y real», la cual «pone en peligro los derechos y libertades de las personas». Por último, la cabeza de lista al Congreso, Susana Ros, abogó por un Gobierno de «legislatura» que «continúe lo que ha hecho en los últimos 15 meses», durante los que «se han aprobado medidas sociales», como el permiso de paternidad ampliado, la subida del salario mínimo o la recuperación de subsidios.