El anuncio del actual portavoz del PSPV en la Diputación y flamante miembro del comité federal del PSOE, José Benlloch, de aspirar a la secretaria provincial del partido en el próximo congreso a celebrar en otoño, como adelantó este medio el lunes, ha obligado al resto de dirigentes socialistas de «diferentes sensibilidades internas del partido» a movilizarse y sondear entre sus más estrechos colaboradores la posibilidad de constituir listas alternativas a la del alcalde de Vila-real, tal como confirmaron ayer fuentes internas del partido.

Así, hoy es unánime la idea de que el proceso castellonense, que se abrirá en el mes de septiembre, contará con dos, tres e incluso cuatro listas, de «lo que dependerá el papel que desempeñe» el actual secretario provincial y miembro de la ejecutiva nacional, Francesc Colomer, y el propio Ximo Puig, ampliamente refrendado el pasado fin de semana durante el congreso de país de Elx como secretario general de los socialistas valencianos.

OPINIONES COINCIDENTES

Esta unanimidad es compartida también cuando se habla de la más que probable existencia de una lista dirigida y promovida por la corriente sanchista, de gran peso en la militancia de la capital hasta el punto de que durante las pasadas primarias para elegir al secretario general fue la única capital de la Comunitat en la que ganó Rafa García, alcalde de Burjassot, rival de Ximo Puig en el proceso interno y «el preferido» (así lo definen) por el equipo que hoy en día dirige Ferraz.

Una vez concluido el congreso nacional del PSPV, los socialistas tienen un plazo mínimo de cuarenta días para convocar un cónclave provincial, que vendrá precedido de unas primarias para las que, según se espera, Puig adoptará una postura «más de perfil», con el propósito de no interferir en un proceso en el que participarían dos personas de su máxima confianza, como son el propio Benlloch, y un nombre muy vinculado a Colomer, figura que se ha afianzado en el equipo de colaboradores más cercanos al presidente de la Generalitat

El estrecho calendario que marca el congreso y la necesidad de mantener contactos y recabar apoyos ya ha llevado a algunos a acortar sus vacaciones.