Las aguas han vuelto a la calma en el PSPV-PSOE local de Castellón tras las turbulencias que han acompañado a todo el proceso de renovación de las estructuras orgánicas del partido en sus diferentes niveles. Así, la agrupación local dio ayer carpetazo a las diferencias internas gracias al pacto alcanzado en el congreso comarcal de la Plana Alta, con el reparto de protagonismo entre las sensibilidades que se agrupaban en torno a Militantes en Pie, liderado por Joan Morales, y el grupo denominado Soca, del que forman parte tanto el secretario general de la formación local, Francisco Gil, como la alcaldesa de la capital y presidenta del partido en Castellón, Amparo Marco.

Este reencuentro de las familias y cierre de filas fue evidente ayer en la reunión que debía servir para conocer los nombres que formarán el nuevo equipo socialista a un año de las elecciones autonómicas y municipales. Así, tanto Gil y Marco renovaron en sus cargos en una reunión cuyos militantes dieron un apoyo del 99% a la gestión del equipo saliente. Mientras que la nueva ejecutiva salió adelante con el aval del 82% de las bases congregadas ayer en la capital castellonense y que quisieron mostrar la imagen de la unidad y el cierre de una renovación que «si bien ha sido complicada, sin duda nos ha servido para ser más fuertes y ganar en confianza», explicaron fuentes internas.