El PSPV respondió ayer al apelativo de «llorón» que aplicó el virtual nuevo presidente del PPCS, Miguel Barrachina, al presidente del Consell, Ximo Puig, y situó precisamente entre los «llorones» a «su jefa», Isabel Bonig, quien «en un primer golpe de sinceridad se sumó al frente común de Les Corts Valencianes que denunció la marginación que suponían los presupuestos de Mariano Rajoy para el año 2017», aseguró el secretario de Acción Electoral y Comunicación del PSPV, Ernest Blanch.

El socialista añadió que «luego dio marcha atrás --Bonig-- en cuanto fue llamada al orden por Rajoy y De Cospedal, y cuando alguien en Madrid hizo sonar el silbato, acabó diciendo negro donde antes había dicho blanco». Según Blanch, «da la impresión de que Barrachina, una de dos, o se tapa los ojos para no ver la realidad, o lo que es peor, la ve perfectamente, pero prefiere manipular y mentir».