Las oficinas turísticas de los municipios con menos de 2.000 habitantes podrán abrir sus puertas durante todo el año. Este es el objetivo de una serie de ayudas que lanzó la Diputación para desestacionalizar el turismo rural.

Tras presentar este paquete de subvenciones, un total de 16 localidades solicitaron estas aportaciones de 250.000 euros, lo que supone hasta un máximo de 16.000 por cada municipio.

Con esta cuantía, el Gobierno Provincial quiere ayudar a crear un puesto de trabajo que permita mantener activas las oficinas de turismo durante todo el año.

En este sentido, el vicepresidente provincial de Turismo, Andrés Martínez, destacó la importancia de tener un informador turístico, ya que, según apuntó, esta figura “puede poner en valor y difundir como merecen los distintos recursos que tienen”. Sobre la labor que desempeñará este empleado, Martínez subrayó que “harán un papel fundamental a la hora de fomentar la presencia de la oferta en otras plataformas, como las digitales y en redes sociales”.

Además de incentivar el turismo, estas ayudas tienen el objetivo de crear empleos anuales en las localidades con pocos habitantes. En palabras de Martínez, “crear un puesto de trabajo en un pueblo pequeño puede ayudar a que una familia se plantee quedarse en el municipio a vivir durante todo el año y eso es lo que queremos: pueblos con gente y servicios los 365 días del año”.

De esta manera, la Diputación también quiere ayudar a “generar oportunidades para frenar la tendencia migratoria de población del entorno rural al urbano”. Asimismo, lamentó que el año pasado algunos monumentos permanecieran cerrados porque no hubo profesionales para explicarlos y mostrarlos.

Municipios como Albocàsser, Ares del Maestrat. Bejís, Benassal, Catí, Cinctorres, Forcall, Jérica, la Pobla de Benifassà, la Salzadella, Montanejos, Navajas, Sant Mateu, Tírig, Traiguera y Vilafamés podrán optar a estas ayudas. H