Lograr cortar las cadenas de transmisión del virus sin tener que recurrir a un confinamiento total que paralice la ya maltrecha economía. Este es el objetivo del toque de queda planteado por el Gobierno valenciano, al igual que ya han hecho otras comunidades como Castilla-la Mancha, y que cuenta con el visto bueno de regiones como el País Vasco. Esta es la medida que el Consell defenderá esta tarde en el Consejo Interterritorial de Sanidad, entre el Ministerio y las comunidades autónomas. La idea de la Generalitat es que esta acción, planteada para restringir la movilidad durante la noche, evite fiestas clandestinas en plena calle o domicilios particulares, especialmente, entre los jóvenes, que pueden suponer un importante foco de contagio.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, consideró «bastante razonable» implantar el toque de queda en toda España, donde ayer se dictó el confinamiento perimetral de la Rioja o de las ciudades de Huesca, Zaragoza y Teruel, por el repunte de positivos. Puig se mostró partidario de que esta restricción siga el modelo belga, es decir, de medianoche a las 05.00 horas. Y es que la aplicación de esta medida empieza a ser generalizada en Europa. Por ejemplo, Francia la impone en sus grandes ciudades, como París, de 21.00 a 06.00 horas, o Italia la aplica ya a dos de sus regiones más pobladas, de 23.00 a 05.00 horas.

«Somos de las comunidades que tienen menos incidencia en estos momentos, pero está subiendo exponencialmente en los últimos días. No es que estemos bien, estamos mejor que otros, pero cuando pasas de 100 de incidencia acumulada no estás bien», afirmó el presidente. Según los datos del Ministerio de Sanidad, la incidencia acumulada a 14 días en la Comunitat se sitúa en 132,68 casos por 100.000 habitantes.

«Tenemos el ocio nocturno cerrado, pero sabemos que hay ocio nocturno desregulado funcionando», alertó el jefe del Consell al respecto de los botellones y las fiestas clandestinas en domicilios particulares. El aumento de casos llega justo cuando las autoridades empiezan a estudiar cómo serán las celebraciones navideñas en plena pandemia, aunque, sin ir tan lejos, preocupa poner cerco a las fiestas de Halloween, cada vez más arraigado y multitudinario.

El Consell ya ha informado al ministro de Sanidad, Salvador Illa, de que es partidario de decretar el toque de queda, cuya aplicación generalizada en toda España también permitiría extenderlo a Madrid, evitando un nuevo encontronazo entre el Gobierno de Díaz Ayuso y el de Pedro Sánchez.

A nivel político, aquí en la Comunitat, la presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig, pidió a Puig una reunión urgente para tratar la situación actual y las soluciones y propuestas previstas «ante el agravamiento de la pandemia en nuestra Comunitat».

Hostelería

Aunque todavía falta decidir si se aplicará el toque de queda y el horario del mismo, el presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Castellón (Ashotur), Carlos Escorihuela, ha reclamado que la restricción de la movilidad no sea antes de la actual hora de cierre de los restaurantes, las 01.00 horas. «Nosotros siempre estamos colaborando, hemos respetado las medidas correctoras a nivel sanitario y no tenemos la culpa de todo. Nos están demonizando», lamentó.