La Generalitat solicitará hoy mismo el pase a la fase 2 de la desescalada a partir del 1 de junio, ya que la evolución de la pandemia es «claramente positiva». Así lo anunció ayer el jefe del Consell, tras participar en la reunión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con los dirigentes de las comunidades autónomas para tratar la crisis del coronavirus. Se trata del mismo anuncio que realizó hace justo una semana, pero que, finalmente, no se llevó a cabo por «prudencia» dado el repunte de contagios. Ahora considera que sí será posible «teniendo en cuenta que hay comunidades que han pasado con peor situación a la fase 2».

En este sentido, Puig volvió a insistir en «el valor de la prudencia de no pasar de fase a toda costa» y llevar a cabo una «reactivación sana y sólida». El presidente destacó que, en los últimos 15 días, las altas han aumentado un 23% y las personas hospitalizadas se han reducido «a más de la mitad». Asimismo, remarcó que la incidencia en las jornadas anteriores sigue estando por debajo de la media estatal, a pesar de un «cierto repunte» en la reproducción del coronavirus.

Asimismo, el jefe del Consell se muestra partidario ahora de pedir avanzar hacia la nueva normalidad teniendo toda la comunidad como referencia, es decir, que no sean los departamentos de salud, como en un inicio, o las provincias, como ahora, el marco territorial para desescalar.

más decisión autonómica // En cuanto a la desescalada, Puig transmitió a Sánchez que es «partidario de mantener el estado de alarma en el último tramo», aunque cree necesario «avanzar rápidamente en una mayor capacidad de decisión de las comunidades autónomas». En concreto, plantea más margen de maniobra a la hora de regular los horarios, el uso de las playas, los límites provinciales o el limitar el deporte a un municipio. Se trata de un abanico de cuestiones que, a su juicio, «pueden decidirse ya en el ámbito autonómico».

diálogo social // Puig también recordó que hoy mismo se reunirá la Mesa del Diálogo Social para avanzar en un pacto para la reconstrucción. De este modo, la Generalitat reunió a patronal y sindicatos, tras el tsunami político y empresarial suscitado a raíz del anuncio de la derogación de la reforma laboral. Una vez más Puig se alejó de lo sucedido. «Conocen mi convicción como presidente: los avances que más cuajan derivan siempre del acuerdo adoptado en el marco del diálogo social. Ahora es más necesario que nunca», apuntó.