El president de la Generalitat, Ximo Puig, afirma que no existe conflicto de intereses ni incompatibilidad en la votación del decreto que permitió la quita de la deuda del Grupo Zeta y reitera que no ha influido en esa decisión. «Yo no he tomado ninguna decisión que afecte a ninguna empresa en la que yo tenga ningún tipo de acción», aseguró ayer al ser preguntado por la operación realizada por el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) al grupo editorial. El president dijo no tener problema en comparecer en Les Corts cuando corresponda para dar «todas las explicaciones» al respecto, una vez que el director del IVF, Manuel Illueca, haya explicado la operación, lo que está previsto para este martes.

Puig explicó que espera que Illueca «cuente esa operación, lo que ha hecho el IVF y la diferencia entre el IVF autónomo de ahora, que toma sus decisiones y piensa en el interés general, y en el comportamiento que tuvo en el pasado». Reconoció que cuando vio la cuestión de la quita en la prensa le preguntó a Illueca, dentro «de la normalidad» sobre operaciones que van a «salvar empresas» como por ejemplo Marie Claire. Manifestó que se puede «remover lo que se quiera» pero lo primero «transparencia absoluta», y recordó que hay «muchísimos diputados que no ponen de dónde son accionistas en su declaración». Puig critica que el PP lance «una operación de despiste para tapar sus vergüenzas».