El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha asegurado hoy que no puede hablar "más que bien" del pacto de gobierno de progreso en el Consell porque ha dado "estabilidad y sobre todo respuesta" a las personas.

Puig ha indicado, en la rueda de prensa tras el seminario del Consell en Morella, que le gustaría que hubiera un gobierno de progreso en España aunque ve "grandes dificultades" que no se dan en la Comunitat Valenciana, donde hay "una mayoría sólida progresista" que en España no existe "exactamente igual".

"Pero demos tiempo al tiempo y veremos que pasa", ha señalado al ser preguntado por las críticas del vicesecretario de Ideas, Principios y Valores del PPCV, Luis Santamaría, quien ayer aseguró que Puig pretende prevenir al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, de "los males que a él le aquejan" en la Comunitat.

El presidente ha afirmado que lo que ha dicho al secretario general del PSOE es "lo contrario" porque solo puede hablar bien del pacto de gobierno y ha dicho bromeando en referencia a Santamaría: "Ahora, no sé si tiene información de otro ámbito, pero será una información extrasensorial".

Por su parte, la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, ha insistido en que las premisas para un pacto de gobierno, desde "la experiencia" del acuerdo del Botánico, son no tener posiciones inmovilistas, disposición a escuchar, transigir en algunas posturas y centrarse en las cosas que unen.

"Con estas premisas, claro que puede haber y debería haber un gobierno de cambio en España", ha dicho Oltra, para añadir que recomienda "un pacto a la valenciana" en el que primero se hable sobre "el qué" y luego "el quién".

Según Oltra, "solo hay que mirar en qué situación viven millones de personas en España, en una situación desesperada, y hay que hacer un esfuerzo si queremos cambiar esa situación".

Sobre la polémica por el recibimiento del alcalde de Valencia, Joan Ribó, a las "reinas magas", el president de la Generalitat ha afirmado que en Valencia ha habido otras actividades relacionadas con las fiestas navideñas como una "cabalgata tradicional magnífica", y cada uno vive las navidades "como las vive", desde la creencia religiosa o no.

"La vida es plural y diversa, no debe ofender a nadie porque a nadie se ofende", ha dicho sobre un acto en el que no ve "dónde está el problema".

"A nadie le ofende -ha insistido- si no es una persona que quiere imponer su pensamiento único a los demás. El nacionalcatolicismo hace mucho tiempo que tendría que haber desaparecido, la Constitución ya no dice eso", ha asegurado