El president de la Generalitat y secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, rechazó ayer en un encuentro con militantes en Almassora que el president catalán, Quim Torra, «no asuma su papel como representante del Estado y máxima autoridad en Cataluña defendiendo la libertad de movimiento de las personas y atacando directamente la violencia». Además, apuntó que «la primera obligación de los gobernantes es facilitar y promover la convivencia».

Los sucesos de los últimos días en la capital catalana han provocado, en la opinión del president, Ximo Puig, «una situación muy complicada y difícil» que consideró que el Gobierno de España «está abordando desde la moderación, la serenidad y la fortaleza». «El Estado de Derecho está basado precisamente en la seguridad, en que todas las personas puedan ejercer su libertad, y cuando alguien, a través de la violencia trata de romper la convivencia, el Estado ha de ser el garante de la libertad», aseguró.

«Frente a estos actos no cabe la equidistancia, pues la violencia solo engendra más violencia y no puede tener ningún apoyo político», transmitió el president. Y es que, a su juicio, «está en contra de los principios democráticos y de la convivencia, la armonía entre las personas que desde las distintas miradas han de participar en un proyecto común de sociedad», subrayó.

El secretario general socialista puntualizó que, «ahora mismo, lo que me preocupa es la convivencia entre catalanes y el conjunto de España», y añadió que no siente la misma preocupación por «cuáles van a ser los resultados electorales, eso ya lo veremos».

100.000 VOTOS // Más allá de Cataluña, Puig pidió en Almassora a sus militantes un esfuerzo para lograr 100.000 votos en la circunscripción de Castellón en unas elecciones, las del 10-N, que consideró «fundamentales para el futuro del país». Junto al líder de los socialistas estuvieron, entre otros, los candidatos al Congreso y al Senado, Susana Ros y Artemi Rallo; la alcaldesa de la localidad, Merche Galí; el presidente de la Diputación, José Martí, y el secretario general de los socialistas de Castellón, Ernest Blanch.