A escasos días de la celebración del 9 d’Octubre, el president de la Generalitat, Ximo Puig, llamó este jueves a todos los valencianos a caminar juntos para lograr una financiación justa, al tiempo que se mostró «moderadamente optimista» sobre los plazos para que se materialicen infraestructuras tan importantes como el corredor mediterráneo, sobre las que dijo que hay que «pasar ya de las palabras a los hechos»; defendió la política lingüística del Consell; resaltó el plan contra el despoblamiento que prepara su ejecutivo; y destacó el «enorme potencial de autogobierno» que tiene la Comunitat Valenciana, enumeró.

En una entrevista grabada en el set de 7 TeleValencia que emitió anoche Televisión de Castellón Mediterráneo, Ximo Puig, quien reiteró que el Pacte del Botànic «resistirá» y dijo llevarse «muy bien política y personalmente» con la vicepresidenta Mónica Oltra, en sus respuestas a preguntas de ciudadanos de la calle, planteó el próximo lunes, el día de la Comunitat, como de «esperanza» ante la «nueva oportunidad de conseguir avanzar para lograr el objetivo común de tener una sociedad avanzada, justa».

OBJETIVOS COMUNES

Desde la convicción del «enorme potencial» que tiene la Comunitat desde su punto de vista, las respuestas de Ximo Puig estuvieron trazadas con dos ideas constantes. Por un lado, la necesidad de unidad --desde la diversidad como valor-- en la sociedad valenciana para lograr los objetivos comunes y, por otro, resolver el problema de la deuda histórica y una reforma del sistema de financiación que «no sea solo para la Comunitat, sino para todos», concretó.

Desde una posición que carece de «ambición disgregadora, nacionalista», el president dijo que lo que quieren los valencianos es «estar bien en España defendiendo nuestros intereses», e insistió en que «es el momento de superar diferencias para reivindicar lo que nos une». En este punto, admitió que parte de la «invisibilidad» que ha sufrido la Comunitat responde a que «a veces no hemos defendido lo que nos corresponde», porque «la Comunitat no quiere montar ningún altercado», para añadir: «Tenemos nuestra propia dignidad».

En otro orden de cosas y a preguntas de un ciudadano castellonense, Ximo Puig admitió que la igualdad de oportunidades dentro de la Comunitat es un «objetivo» que depende, en parte, «de una financiación justa».

DESIERTOS DEMOGRÁFICOS

Dijo que «no hay distinción» en función del lugar en el que se vive, pero el problema «fundamental» está en las diferencias de acceso a servicios entre el interior y las zonas urbanas. Puig quiso destacar la agenda valenciana contra despoblación que prepara la Generalitat para, pese a la escasez de recursos, lograr «que no existan desiertos demográficos como los que existen en algunas comarcas valencianas», como es el caso de áreas del interior castellonense.

En otro plano, reiteró la defensa de la política educativa del Consell, centro de la polémica, porque sirve, dijo, al objetivo de lograr que los escolares acaben la ESO «con capacitación en castellano, valenciano e inglés».

En infraestructuras, de plena actualidad esta semana, tras la reunión con el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, y el anuncio de su viaje a Bruselas para defender el Corredor el próximo martes, el president apreció el cambio de talante con el nuevo titular ministerial, pero también dejó claro, una vez más, que ya no basta solo con las palabras. Insistió igualmente en la idea de que es hora de que la Comunitat reciba las inversiones que le corresponden, y que se decidan con criterios de eficiencia.