La indignación del Consell ante la polémica decisión de que solo 10 de los 24 departamentos de salud de la Comunitat, entre ellos el del norte de la provincia de Castellón, pueden avanzar hoy a la fase uno de la desescalada está lejos de apaciguarse. Solo podría calmar los ánimos una improblable rectificacion de última hora por parte del ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien se reúne hoy con la consellera, Ana Barceló, a quien deberá dar todas las explicaciones, que siguen sin llegar de manera clara, sobre los motivos que impiden a todo el territorio escalar a la nueva normalidad.

Ayer, el presidente valenciano, Ximo Puig, exigió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se «estudie de nuevo» el plan para que se «revierta lo más pronto posible» y acusó al Ministerio de «cambiar las reglas de juego a mitad de partido», tras participar en la videoconferencia de dirigentes autonómicos con Sánchez.

Para insistir y argumentar el por qué la Comunitat sí cumple los criterios establecidos por el Ministerio para la desescalada, Puig estuvo acompañado en su comparecencia por la subdirectora general de Epidemiología, Herme Vanaclocha. El presidente insistió en «evitar crispaciones», pero remarcó que la Generalitat «discrepa» de la decisión. «Ningún partidismo se interpondrá en los intereses generales de la Comunitat», recalcó.

sin justificación // No obstante, el jefe del Consell consideró que no se ha justificado la decisión del Ministerio «con criterios técnicos». «Los valencianos hemos hecho los deberes y en cualquier estadística se puede comprobar». Por tanto, reclamó «por activa, pasiva y perifrástica» una respuesta por escrito del Ministerio que justifique la decisión. «No es serio ni riguroso que no se dé una contestación por escrito. No nos gustarían explicaciones por píldoras», indicó en referencia a las declaraciones realizadas horas antes por el director del Centro de Coordinación de Emergencias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón. Este fue más allá de lo asegurado el sábado, cuando se limitó a decir que el motivo eran factores relacionados con la transmisión del virus sin adentrarse en otros argumentos. Así, apuntó que, en la Comunitat, «había un número no desdeñable de casos sospechosos a los que todavía no se les había podido hacer un test diagnóstico».

Ante esto, Vanaclocha replicó que la región «ha cumplido el protocolo a rajatabla» y se han hecho pruebas PCR a quienes tenían síntomas para hospitalización y no a personas con síntomas leves porque así lo marcaba el protocolo nacional. Es a partir de hoy cuando las directrices del Ministerio recogen que deben hacerse más pruebas. Serán los centros de salud los encargados de efectuarlas a todos los pacientes con síntomas sospechosos.

En este sentido, la subdirectora general de Epidemiología remarcó que, en la actualidad, se están haciendo unos 3.000 pruebas al día y la Comunitat tiene capacidad para duplicar e incluso triplicar esta cifra. Es más, se han hecho a un 30% de casos leves sin que lo marcara el protocolo.

comparativa // «Tendrán que explicar los motivos por los que en un momento dado han cambiado los criterios», afirmó Puig. «No es serio decir que se cumple y luego cambiar los parámetros». Además, «la comparación con otras comunidades esta vez es muy odiosa», agregó el presidente. Aunque no dio nombres, en el seno del Consell hay un gran malestar porque se considera que ha habido arbitrariedad y se ha favorecido a otras regiones, como el País Vasco, ya que la Comunitat, con una incidencia menor y menos casos, ha hecho 8.300 PCR más. El hecho de que el tablero político haya podido influir irrita en el Botànic, dado que sobre la mesa está el hecho de que los nacionalistas vascos permitieran con su apoyo que Sánchez aprobara el estado de alarma, tras la negativa del PP. Más información en la página 24