El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, dijo ayer que la reunión que mantendrá la próxima semana con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, supone «una muestra de reconocimiento» a la Comunitat Valenciana, ya que ha mantenido muy pocos encuentros con presidentes autonómicos. Solo lo ha hecho con el lehendakari Íñigo Urkullu. En esta cita, el jefe del Consell se propone plantear a quien dio nombre al plan Juncker, de apoyo a la austeridad para salir de la crisis, que levante el pie de las exigencias financieras y apueste por una mayor flexibilidad que permita el crecimiento económico de los territorios.

Puig añadió que la Comunitat «es profundamente europeísta y lo quiere seguir siendo», pero hace falta que «cambien algunas políticas europeas» y así, dijo, se lo trasladará a Juncker en la reunión, que calificó de muy importante para los valencianos.

En ese encuentro del martes en Estrasburgo el jefe del Consell planteará, además, lo que se está haciendo en la Comunitat para mejorar tanto la «reputación» de esta tierra como la relación con la UE, con la que había abiertos «un montón de conflictos», en cuya resolución de está trabajando, según recogió la agencia Efe.

El presidente Puig reivindicó que Europa «es la solución», pero tiene que cambiar, y por ello defenderá ante Juncker la necesidad de «flexibilizar» todas las medidas que han llevado a una restricción económica y de las inversiones que finalmente ha hecho que los ciudadanos hayan pasado «grandes dificultades». Puig quiere usar los recursos que da la UE para invertir, crecer y para poder tener todo el planteamiento de «sostenibilidad económica».