Vuelve el debate sobre la disparidad fiscal entre autonomías. El president de la Generalitat, Ximo Puig, instó ayer a las diferentes comunidades a negociar juntas la financiación y la reforma impositiva para «fortalecer el estado del bienestar» y advirtió de que en España «no puede haber competencia fiscal entre autonomías ni paraísos fiscales». Las palabras del jefe del Consell llegan después de que la nueva presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, prometiera en su discurso de investidura «la mayor rebaja de la historia» en materia de impuestos.

Puig recordó que la política fiscal anunciada por la popular en la Comunidad de Madrid «es vieja, está caducada y cuando se aplicó en la Comunitat Valenciana significó recortes y una regresividad fiscal inasumible».

A su juicio, «hay que abordar ya con seriedad la cuestión fiscal y la financiación autonómica, cogidas de la mano, porque es absolutamente irresponsable someter la política fiscal a una suerte de rebajas de verano que finalmente solo van a producir mayor discriminación, mayor desigualdad y la imposibilidad de que tengamos un Estado coherente».

RECENTRALIZACIÓN // En este sentido, aseguró que en España, en los últimos años, se ha producido un «proceso real de recentralización» y eso, añadió, «tiene beneficiarios y perjudicados desde la perspectiva territorial».

«Ante una negociación con el Gobierno que debemos mantener las comunidades autónomas para superar la infrafinanción y para fortalecer el estado del bienestar es, como mínimo, imprudente, insolidario y temerario recortar los impuestos a quienes más pueden aportar», afirmó.

Para Puig, el «objetivo fundamental es que no debe haber paraísos fiscales en España porque no puede haber competencia desleal entre las comunidades».