El president de la Generalitat, Ximo Puig, recordó ayer a la ministra de Fomento, Ana Pastor, que no esquive el problema de los retrasos de los trenes de Cercanías entre Valencia y Castellón, pues son “su responsabilidad directa”. Al respecto, exigió a Pastor que “deje de hacer propaganda barata, como hizo en Alicante” --en dicha visita anunció que habría 5 AVE diarios y que en agosto acabarían las obras-- y que actúe para solucionar “una cuestión fundamental”, como las continuas demoras por las obras del corredor mediterráneo, concretó.

Puig reclamó garantías de una “mejor calidad” y una reducción del coste de billetes por el “mal servicio” al viajero, en la línea de lo apuntado por la consellera de Infraestructuras y usuarios, que tras su reunión el miércoles en Castellón acordaron remitir un manifiesto. Para Puig, el Gobierno hace “dejación de funciones” y no defiende “el interés general”.

Desde Castellón, la secretaria de Relaciones Institucionales del PSPV, Estíbaliz Pérez, recriminó la actitud del presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, “que opta por la estrategia del avestruz y está más preocupado por crear polémicas estériles que por resolver problemas como el de Cercanías”. Pérez recordó que, “ante los retrasos y reiterados incumplimientos de Fomento en el plazo de las obras, solo ha intervenido el Consell”.

Ayer, ni Fomento ni Adif concretaron nuevas acciones para paliar los retrasos ni aclararon si en agosto acabará la obra. Tampoco a partir de cuándo se minimizará la afección de las obras. Ahora, indicó Adif, “se aprovecha la noche para las obras, pero puede haber contratiempos y alargarse a primera hora de la mañana”, lo cual afecta al servicio matutino. La alcaldesa de la capital, Amparo Marco, pidió “reforzar los Cercanías al norte” y que “no se produzcan retrasos en la conexión hacia el sur, que perjudican el día a día”. Informa A. Tezanos. H