Me gustaría que el PP tuviera en Les Corts la misma actitud que ha tenido el PSOE de la Diputación de colaborar para mejorar la vida de las personas». Con estas palabras aludía ayer el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, a la histórica abstención lograda por el presidente de la institución provincial Javier Moliner a los presupuestos de la Diputación de Castellón para el 2017 por parte del PSOE, pero también de Compromís y Ciudadanos --solo Castelló en Moviment votó en contra--. Lo dijo en la inauguración de la feria Destaca de Vila-real, donde remarcó que «lo que queremos es poner a los ciudadanos por delante de las instituciones y, por tanto, si se puede avanzar en trabajar codo con codo, vamos a hacerlo».

También desde el equipo de gobierno provincial, del Partido Popular, se hizo una lectura parecida en los planteamientos. Eso sí, limitada al ámbito geográfico de Castellón. Concretamente, se aludió a las «más de 150 reuniones que ha mantenido con los alcaldes de la provincia», según subrayaba ayer miércoles el vicepresidente primero y portavoz del Gobierno provincial, Vicent Sales, y que han permitido incorporar en las cuentas del 2017 «las propuestas que le han hecho». El presupuesto aprobado «establece la hoja de ruta de toda una provincia, nace con el único objetivo de ser útil a los 135 municipios», y es «un paso más dentro del compromiso de Moliner por buscar acuerdos lo más amplios posibles, como se ha comprobado también en su relación con los alcaldes de toda la provincia». En suma, «mayor participación».

el FONDO LOCAL // En la línea de buscar «alianzas» y «colaboración institucional», el president lanzó el guante a Moliner y le instó a colaborar con recursos en «el Fondo de Cooperación Local», que va a poner en marcha el Consell «por primera vez en la historia de la Comunitat Valenciana».

Hay que recordar que desde que arrancó la vigente legislatura, muchos han sido los choques políticos entre Diputación y Generalitat por programas y proyectos de inversión pública a costa de las competencias, tales como el Xarxa Llibres o el Plan de Empleo, por citar dos ejemplos.

HOSPITAL PROVINCIAL // Precisamente, tensión hay entre la Diputación y la Generalitat en lo que respecta al Consorcio Hospitalario, cuya gestión comparten ambas entidades, donde se ha aprobado por parte del Consell un recorte de plantilla, mientras que los populares hablan de desmantelamiento del servicio.

Ayer, Puig también se refirió a esta cuestión, y aunque evitó posicionarse al ser preguntado sobre si avalaba la gestión de la consellera de Sanidad Carmen Montón en el centro, apeló al «diálogo» como «vía para hallar cualquier solución». «Lo que ha pasado en el hospital en los últimos años es indescriptible... de hecho lo estudia la justicia. Ha habido una gestión nefasta del PP, eso no lo duda nadie», dijo, para sentenciar: «El compromiso de Generalitat con el Hospital Provincial es absoluto».

Por su parte, la dirección del Provincial estudia una querella por injurias contra el vicepresidente de la Diputación, Vicent Sales, «si en el plazo de 24 horas no se retracta públicamente de las graves acusaciones» por el corte de luz del día 18. Sales ya ha anunciado que no las retirará y reiteró que «los problemas del Hospital Provincial «no son achacables» a sus profesionales, «sino a la pésima dirección política» de la Conselleria de Sanidad.