El president de la Generalitat, Ximo Puig, reclamó ayer a los grupos de la oposición un «gran acuerdo valenciano» para diseñar una hoja de ruta con la que salir de la crisis del coronavirus «sin dejar a nadie atrás ni generar una fractura social», y admitió que todos «han de saber que van a ceder en ese proceso». El objetivo es que en este pacto también participe el mundo empresarial y la sociedad civil. El jefe del Consell compareció ayer ante la Diputación Permanente de Les Corts para dar cuenta de la gestión de la actual crisis sanitaria y social. Fue la primera sesión desde el estado de alarma. El debate se desarrolló en un tono alejado de la dura confrontación política habitual que sí se está dando en el Congreso de los Diputados.

En su discurso mostró sus condolencias a los familiares de los 1.112 fallecidos en la Comunitat por el coronavirus y agradeció «la mirada constructiva de la oposición». «Yo no he venido a dar la receta de ese acuerdo. Creo que es una cuestión que hemos de trabajar, pero para ello hay que fomentar la confianza que posibilite avanzar rápidamente, y el espacio para hacerlo es Les Corts», remarcó Puig, quien afirmó que esta crisis sanitaria ha sido «un tsunami que nos ha sobrepasado a todos».

Los grupos de la oposición (PP, Ciudadanos y Vox) se mostraron abiertos a ese pacto «sin mutualizar errores», según apuntó la líder del PP, Isabel Bonig, y reclamaron con insistencia la necesidad de realizar tests masivos a la población y poner fecha y hora para el inicio de la negociación que reclama el presidente.

pide perdón // El president pidió disculpas «por no haber llegado a hora» en los primeros momentos y por no haber sido consciente del alcance de la pandemia; y se dirigió al personal sanitario, al que solicitó su perdón por no haber proporcionado el «material de protección que merecían».

Asimismo, abogó por reclamar un plan Marshall europeo y por poner en práctica un sistema «dinámico» de desconfinamiento, a partir del 9 de mayo, una «vía valenciana» para la transición, porque «no todos hemos de salir igual». «El centralismo --en esta materia-- no es inteligente ni eficiente, la unidad de acción es positiva, pero hay que descentralizar el desconfinamiento».

341 millones // De igual modo, informó del gasto de 341 millones de euros que, por el momento, se han desembolsado para combatir esta crisis en el ámbito autonómico. Se trata de una primera factura, pero vendrán más.

debate // Por su parte, la síndica del PP, Isabel Bonig, quien inició su intervención con un recuerdo para el expresidente de Les Corts, Juan Cotino, recientemente fallecido por coronavirus, ofreció su «apoyo sincero» para respaldar «un presupuesto de legislatura». Para ello, pidió a Puig «reducir la estructura de su Consell y quitar grasa de las empresas públicas». «Olvidemos el pasado, yo lo olvido», remarcó la dirigente popular, al tiempo que reclamó tests masivos, porque «no podemos hablar de desescalada sin ellos».

En este mismo sentido se expresó el portavoz de Ciudadanos, Toni Cantó, quien agradeció las disculpas y ofreció colaboración. «Ponga una fecha, porque no vamos a salir de esta ni con los presupuestos actuales ni con el diseño del Gobierno que tenemos. Es obvio que hay que olvidarse de consellerias que no sirven, duplicidades y chiringuitos».

Igualmente, el portavoz adjunto de Vox, José María Llanos, ofreció «toda nuestra lealtad, siempre que actúe correctamente. Sabemos que su voluntad es hacerlo bien, pero no lo ha hecho».

El síndic de Compromís, Fran Ferri, asumió los errores del Gobierno y pidió disculpas, si bien apuntó que el Consell ha sido «más ambicioso y riguroso» que los ejecutivos de otras autonomías, «incluso que el Gobierno central». Naiara Davó (Podem) aseveró: «Hemos demostrado ser un pueblo valiente, pero desgraciadamente no todos han estado a la altura», mientras que, por parte del PSPV, José Muñoz resaltó la gestión del Botànic «dando la cara y sin improvisación».