El president de la Generalitat, Ximo Puig, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunirán «próximamente» para tratar de «avanzar en todas las cuestiones del problema valenciano, que continúa pendiente», como son la financiación autonómica, la falta de inversiones y la deuda histórica, entre otras. Será «pronto», sin hablar de fechas, según dijo ayer Puig en un acto del PSPV en Riba-roja, en el que ha explicó que Sánchez le telefoneó el viernes para hablar de cómo esta la situación y le confirmó su voluntad de reunirse con él. «Creemos que ha cambiado la atmósfera, que hay oxígeno y posibilidad de diálogo. Hay buena voluntad y entendimiento entre el Gobierno valenciano y el de España», dijo.

El president aseguró que el Consell mantendrá las reivindicaciones de la agenda valenciana, entre ellas, la infrafinanciación --que puede «desbloquearse», según dijo la nueva ministra, María Jesús Montero-, la falta de inversiones y la deuda histórica, además de otras cuestiones que tienen que ver con la cultura o con la consideración de los valencianos con relación al Gobierno.

Y del Corredor. «Las preocupaciones del Consell respecto de las inversiones las tiene muy claras el nuevo ministro de Fomento (José Luis Ábalos), que sabe cuáles son las insuficiencias en infraestructuras», señaló Puig, que lo defendió como «básico y fundamental para España», pues es «el eje más importante de Europa, que puede ayudar a crear trabajo».

«Los valencianos queremos ser iguales y no seguir con el hecho discriminatorio como hasta hoy, que ha hecho que nuestra economía, empresas y empleo tengan menos oportunidades», advirtió.

EL DELEGADO, sin nombrar // El president, que achacó a una «filtración» el que no comunicara a Oltra el nombramiento de Barceló en Sanidad --lo que causó malestar en la vicepresidenta--, señaló que durante su conversación con Sánchez no hablaron del nombramiento del próximo delegado del Gobierno en la Comunitat. «Hemos hablado de cosas más genéricas», argumentó.