Aescasos dos días del congreso federal del PSOE que comenzará el viernes, y a solo mes y medio del cónclave de País Valencià, el actual secretario general del PSPV y president del Consell, Ximo Puig, y sus partidarios van sumando apoyos y mayorías en la provincia de Castellón cara a la cita orgánica, en un contexto en el que no se ha concretado ninguna candidatura alternativa. De hecho, incluso desde el sector sanchista se ven con pocas opciones de éxito propuestas de convertir en aspirantes alternativos al alcalde de Burjassot, Rafael García; el de Xirivella, Michel Montaner o el exeurodiputado Andrés Perelló, algunos de los nombres que han circulado.

En esta línea, desde el ámbito de los sanchistas más beligerantes con las posiciones internas de Puig, creen que «el sentido común» hará que este no tenga competencia para ser reelegido.

En la provincia de Castellón, el congresillo de la Pobla marcó un antes y un después, al lograr los afines a Puig la mayoría de delegados, al sumar a la ejecutiva provincial que lidera Francesc Colomer, que supondría un 30%, al otro 30% incondicional del morellano. Un 60% que representaría ya una mayoría clara. Del lado del 40% sanchista situado contra Ximo Puig, quedarían, sobre todo, nombres de la capital como Josep Lluís Grau; Susana Ros, Fina Gimeno, la Izquierda Socialista de José Luis Gordo; y los secretarios comarcales Félix Rodríguez y Juan Miguel Salvador.

En todo caso, además de la retirada ya desde un primer momento de la carrera del que fuera radical sanchista ante las primarias, José Luis Ábalos, otras claves apoyan la tesis de una vía más libre de lo previsto para que Puig continúe.

Contra casi todo pronóstico, los partidarios del actual líder del PSPV lograron romper el sanchismo en los congresillos provinciales de Castellón y Alicante, y atraer a votantes del secretario federal electo, con una maniobra envolvente que dejaría en el centro de la pinza a Ábalos, sin partidarios más allá de Valencia.

Parece que no hay voluntad por parte de quienes vencieron en las primarias de presentar batalla cara al congreso del PSPV, si bien el precio estaría en forzar una ejecutiva sin hombres clave para Ximo Puig como el exalcalde de Gandía, José Manuel Orengo; el número dos, Alfred Boix; Vicent Sarrià o José Andrés Torres.

Es determinante su posición como presidente de la Generalitat en un doble sentido, por la vía estatutaria y porque es un argumento central para convencer a muchos de los afines al ya secretario federal, Pedro Sánchez, para que cierren filas con Ximo Puig.

REGLAMENTO Y BICEFALIA

Además, el reglamento federal de primarias apoya la continuidad de los secretarios generales que ocupan cargos institucionales. En el caso de Puig, este tendría que perder el control del partido en el congreso y, una vez convocadas las elecciones del 2019, más de la mitad del comité nacional habría de forzar la celebración de primarias para dar la opción de que otra persona y no él fuera el aspirante a presidir la Generalitat. Con todo, es difícil que llegue a producirse una bicefalia, es decir, que quien dirija el partido no sea, al mismo tiempo, el candidato a liderar el Consell.