El president de la Generalitat, Ximo Puig, reafirmó ayer su posición en torno a la cuestión central de su legislatura, al señalar que la financiación autonómica no es una cuestión de partidismo que se pueda mirar «solo desde los ojos de partido», sino que es «una cuestión de país». Reiteró en este sentido, con una petición implícita, su convicción de que el Gobierno de España debe tener «una posición activa para solucionar el problema» del cambio de modelo.

En declaraciones a los periodistas tras mantener una reunión con la dirección del grupo socialista en Les Corts, instó al Ejecutivo a no escudarse en que tiene que haber acuerdo de todas las comunidades para cerrar el modelo, y dijo que él no tiene «como vocación alienar a nadie».

«Hay que entender que España no es solo un conjunto de partidos distintos en lo ideológico, que lo es, sino es sobre todo un conjunto de territorios, y los territorios tienen que defender sus posiciones», puso de manifiesto el líder del Gobierno de la Comunitat Valenciana.