El president de la Generalitat, Ximo Puig, anunció ayer que volverá a cuadrar los presupuestos del próximo año con ingresos ficticios por valor de 1.300 millones de euros, por lo que presentará ante el Gobierno central unas cuentas ajustadas a la exigencia del 0,5% de déficit. Esta medida cobra sentido después de que la Conselleria de Hacienda comunicara que recurrirá “la infrafinanciación que están sufriendo”, un polémico recurso que ya se empleó en las cuentas del 2016 tras contabilizarse que la Comunitat Valenciana “debería recibir más en una hipotética revisión del sistema de financiación”.

Aunque la modificación del actual modelo sí está prevista en la agenda del Ejecutivo central, las negociaciones con las autonomías aún no se han iniciado, por lo que es poco probable que fructifique un acuerdo en los próximos meses. “Lo que no vamos a hacer bajo ningún concepto es renunciar a que los valencianos tengan los servicios públicos que se merecen”, advirtió ayer el jefe del Consell, que defendió en un acto que los intereses del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) asociados a la infrafinanciación sean computados como financiación.

“No es razonable ni admisible que, lo que otras comunidades autónomas tienen como recursos ordinarios de financiación, en la Comunitat lo tengamos a través de créditos que debemos abonar en el futuro”, concluyó el president de la Generalitat tras reunirse con el conseller Marzà. H