En la infancia, los cambios de talla y peso son muy importantes. El peso idóneo se calcula igual que en los adultos, mediante el índice de masa corporal (IMC: Kg/m2). Pero además, para los niños/as, el resultado se traslada a la denominada tabla de percentiles (P), según edad y sexo. Hay sobrepeso si su IMC está entre el percentil 85-95 (P85-P95) para su edad y sexo; y es obeso si pasa de 95.

Como ejemplo, un niño de 9 años debería rondar los 26,4 kilos y medir 129 centímetros; y una niña, 25,7 kilos y 127,5 centíemtros. Si tiene ya diez años, el niño debería pesar 28,8 kilos y medir 133 cm.; y la niña, 28,350 kilos y 132,4 cm.

Aunque es muy arriesgado sin conocer la estatura exacta. Para un chaval de Castellón, que pesa más de 75 kilos, por su edad debería estar por los 27, o sea, 48 menos; por lo que casi triplica el ideal.