¿Tiene Felipe VI raíces castellonenses? El historiador burrianense Norberto Mesado sostiene que sí en su controvertida obra Adela Lucía. La última amante de un rey romántico. Entre la historia y la leyenda, publicada por la Diputación de Castellón en el 2011. Según Mesado, el bisabuelo del que será Felipe VI, es decir, Alfonso XIII, es hijo de una mujer de les Alqueries y no de la reina María Cristina como ha contado la historia. Este libro vuelve ahora a estar de plena actualidad, tras la abdicación del aún rey Juan Carlos I.

Los más mayores de esta pequeña localidad de la Plana Baixa, así como de Burriana y Vila-real, siempre dieron por buena esta hipótesis, a la que el que fuera director del Museu Arqueològic de la Plana Baixa da forma en este libro. La obra es fruto de una ardua investigación. Durante más de una década, Mesado investigó la vida de esta misteriosa mujer, considera por algunos una reputada señora y por otros una cualquiera. Las fotografías que han pasado a la posteridad sobre Adela Lucía constatan una vida de lujos.

Para averiguar quién era Adela Lucía, Mesado entrevistó a vecinos de les Alqueries, que ya han fallecido, y todos confirmaron que fue durante años la amante del rey Alfonso XII. Pero, sus confesiones fueron más allá. En voz baja le contaron que hubo un cambio de bebés y que realmente Adelita, la que era considerada como su hija, lo era de la reina María Cristina, ya que el hijo que tuvo Adela fue entregado a la corte real para pasar a la posteridad como Alfonso XIII. Y es que la reina había dado a luz a dos infantas y al morir Alfonso XII estaba embarazada sin asegurar la descendencia de un varón y la continuidad de la institución monárquica.

CAMBIO DE BEBÉS // Según Mesado, este intercambio de bebés se estipuló en el Pacto del Pardo, del que los historiadores de la época no supieron explicar su contenido por el enorme secretismo que lo rodeó. La mente pensante fue Cánovas del Castillo, que tenía miedo de la amenaza que suponían para la monarquía republicanos, liberales y carlistas. Esto provocó que Adela Lucía fuera desterrada a Barcelona con un destacado séquito de criadas.

“Alfonso XII mandó al marido de Adela, un rico hombre de Vila-real, a la guerra de Cuba, donde murió”, asegura Mesado, quien sostiene que la historia popular de que Alfonso XII quedó prendado de la hija del guardabarreras de les Alqueries al parar el tren en que viajaba es, posiblemente, una leyenda: ambos se conocieron porque compartían círculos influyentes.

“Cuando se habla de la familia real el interés es máximo, el libro se agotó enseguida -aunque se puede adquirir en formato pdf por internet-”, recordó Mesado, tras conocer la noticia de la abdicación de Juan Carlos I. Él vincula los comentados amoríos reales de los Borbones a su estirpe. “Lo llevan en la sangre”, atestigua.

HONDO SECRETO // Mesado narra en su libro que Adelita, la primogénita reconocida de la amante del rey, nunca supo de quién era verdaderamente hija, «ya que su partida de bautismo deja en blanco los apellidos de sus padres y abuelos». La que ejercía como tal nunca le quiso confesar su más hondo secreto, así lo asegura una de las hijas de Adelita, Rosalía Fenollosa, quien reside en Barcelona. Ella da por verdadera y buena la historia que cuenta este historiador de Burriana en su obra.

Adela murió sola y pobre en el Hospital Provincial de Castellón, alejada de los lujos a los que estuvo acostumbrada. Sus restos descansan en una fosa común del cementerio de Castellón. Su hija Adelita nunca pudo saber si era verdaderamente la tercera infanta de España a la que dio a luz María Cristina. Adela Lucía Almerich se llevó con ella su secreto a la tumba. H