Las lluvias, que dejaron casi 60 l/m2 en la provincia y vientos de más de 90 km/h causaron desperfectos como caída de árboles, carteles o planchas.

En Castelló, la Policía Local realizó 27 servicios desde el domingo por incidencias de lluvia y viento, como precipitación de objetos a la vía pública; daños a vehículos por ramas o árboles; contenedores que entorpecían el tráfico o señales caídas, entre otros. La mayor racha fue de 93 km/h, recogiéndose 14 l/m2. Además, se cortaron caminos por balsas de agua en la zona del distrito marítimo (Camí Serradal; la Ratlla de Benicàssim; Camí Travessera y Donació). Asimismo, Cruz Roja atendió el domingo a un indigente con signos de hipotermia.

También hubo árboles tronchados, por ejemplo, en Benicàssim, en la Gran Avenida; en Almenara, en Plaza 8 de marzo, así como en Segorbe, donde un pino fue a parar sobre un edificio en la calle Pastora, causando daños en la terraza y la cubierta del edificio, una vivienda unifamiliar aislada. Otro se truncó en la avenida Sierra Espadán. Junto a la antigua N-234, en Segorbe, también se desprendieron ramas. El Consorcio, a su vez, intervino, en avisos por riesgo de que se precipitaran ejemplares en Moncofa, Alcudia de Veo, Orpesa y Lucena. Los efectivos de bomberos actuaron por peligro de caída de toldos y uralitas en Burriana, Segorbe y Almassora. Además, en Almenara intervinieron por el riesgo de precipitación de una plancha metálica. En Segorbe se desprendieron planchas en el polígono la Esperanza. Informa R. Martín. En la Vall d’uixó se produjo el desprendimiento de planchas de la fachada del centro de salud sin causar ningún daño personal. Se acordonó y protegió la zona afectada.

RETRASOS EN TRENES Y TRASBORDOS EN AUTOBUS

Uno de los efectos del viento fue la caída de vallas en el tramo ferroviario entre Castelló y València, a la altura de Alboraia, lo que supuso un retraso en la circulación de trenes, y también la adopción de medidas excepcionales, como el traslado en autobús durante la mañana entre Puçol y la capital autonómica. La incidencia, detectada a las 10.25 horas, y fue subsanada sobre las 13.00, momento a partir del cual comenzó a recobrarse la normalidad. Se vieron afectados por la incidencia 24 trenes de cercanías, tres regionales, dos AVES, seis largas distancias, según la compañía.

AVIONES DESVIADOS

El aeropuerto de Castellón alargó este lunes su horario operativo, para recibir dos vuelos que fueron desviados desde los otros aeródromos de la Comunitat. El Altet de Alicante fue su destino inicial, y aunque se barajó que aterrizaran en Manises, acabaron haciéndolo en Vilanova d’Alcolea. En un caso fue un avión procedente de Budapest, que llegó sobre las 18.30 horas. Al cabo de media hora llegó también otro, que había partido desde Bucarest. Una vez aterrizaron, fueron trasladados en autobús hasta Alicante. El aeopuerto de Castellón hizo también su llegada y salida desde Luton, tal y como estaba programado.

CIERRE DE PORT CASTELLÓ Y PESCADORES SIN FAENAR

Las instalaciones de PortCastelló operaron con normalidad en las primeras horas de la mañana, pero el aumento de la intensidad del temporal, con olas que llegaron a superar los ocho metros, hicieron suspender las actuaciones previstas desde el mediodía. El presidente de la Federación de Cofradías de Castellón, Sergio Albiol, destacó que las barcas de las cinco localidades pesqueras «no salieron a faenar», y no está previsto que retomen la labor en la jornada de hoy.

COLLIDORS PARADOS

El secretario general de la Unió de Llauradors, Carles Peris, indicó que lo efectos de las lluvias de las últimas horas «son más positivos que negativos, porque no han sido torrenciales, aunque sí se han dado daños en los cítricos, fundamentalmente por los fuertes vientos», con rotura en infraestructuras e invernaderos, el rameado o mermas en la calidad de la fruta. Además, los collidors no podrán volver a los campos «en toda esta semana, a la espera de que deje de llover y que se sequen las explotaciones», dijo.

Peris también incidió en que el agua «sirve para recargar acuíferos y limpiar árboles de enfermedades», mientras que el descenso de las temperaturas «hace que estén acordes con la presente época del año, y los productos tengan una correcta evolución».

Tanto la Unió como la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) indicaron estar a la espera del final del temporal para hacer un balance detallado. Aun así, AVA apuntó a que la borrasca tiró hasta el 80% de cítricos, y perjuicios considerables en varias hortalizas de temporada.