El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el máximo mandatario de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, mantuvieron ayer un encuentro de carácter «privado» en la sede de la institución provincial, aprovechando la estancia del jefe del Ejecutivo en la capital de la Plana con motivo de la llegada del AVE.

De esta manera, Moliner quiso agradecer de manera directa al presidente del Gobierno su esfuerzo por hacer llegar la alta velocidad a Castellón, «lo que va a mejorar las oportunidades de desarrollo económico de la provincia», según indicó el dirigente popular a través de un comunicado.

El encuentro se produjo tras el acto de inauguración que tuvo lugar por la mañana y, antes de volver a tomar el tren de vuelta con dirección a Madrid, Rajoy se acercó a la sede de la institución provincial para, en una fugaz visita, firmar en el libro de honor de la Diputación, la primera que pisa en esta legislatura.

Rajoy, además de saludar a los trabajadores y funcionarios de la Diputación, tuvo la oportunidad de corresponder a las personas que le salieron al paso en el exterior de la sede antes de volver a la estación de trenes, donde le esperaba el resto de la amplia delegación que le acompañaba.