Glamur, etiqueta y boato, pero, sobre todo, tradición, cultura y maestría. Fueron características de la gala de nombramiento del profesor castellonense Ramiro Izquierdo como el 23º Guillem de Mont-rodón, tutor y enseña del rei En Jaume I, en los salones de un hotel Luz que destiló ya festa plena a 70 días de la Magdalena del 2019.

La Milicia Templaria de la Germandat dels Cavallers de la Conquesta tiró de clase en una ceremonia con invitados del món fester pero también de la cultura y la educación de la capital, para homenajear a un maestro de primera, a un docente empeñado en sacar lo mejor de cada alumno y formarlo en las competencias para su desarrollo social y personal, como el cavaller de Mont-rodón, con su pupilo Conqueridor.

«Un honor»

En esta línea trazaron sus palabras el maestre de la Milícia, Matías Ibáñez; el prohom, Luis Oria; y el concejal de Fiestas, Omar Braina, combinando ambas facetas de Izquierdo: el festero de pro, miembro de la Milícia casi desde sus inicios, y el sobre todo maestro. Él agradeció el «honor», y, en un discurso elocuente que glosó al Conquistador y la tarea de educar por la ciudadanía, recogió el testigo del chef Miguel Barrera, Mont-rodón 2018, ante la presencia de antecesores en el cargo como Carlos Ulldemolins, José Vicente Ramón o Arcadio Badenes, entre otros.

El vicepresidente de la Diputación y diputado de Cultura, Vicent Sales, Guillem de Mont-rodón 2017, cerró el acto, que contó con la presencia, rosa blanca caballeresca en mano, de Na Violant d’Hongria 2019, Andrea Sánchez, que invocó a los patronos de la Germandat al grito ritual de Cavallers, per la Mare de Déu del Lledó, sant Jaume i Sant Cristòfol, contestado por la sala con un jubiloso Fadrell!. Fadrell!.

Junto a ella, sus dones de companya, Ainhoa Martín, Andrea Ballester, Berta Vinuesa, Carla Sánchez, Marta Andreu y Mireya Sotos, acompañadas por miembros de la Milícia. Allí estaban José Antonio Balfagó, Eugenio Díaz, Fernando Sánchez, Pedro Bastida, Tomás Amat, José Soto, José Vicente Segarra o José Luis Beltrán, entre otros, que clamaron por la festa plena.