Varios miembros del Grupo de Intervención de Proximidad (GIP) de la Policía Local de Castellón repitieron ayer la protesta del pleno del mes pasado, reclamando la equiparación salarial respecto a las retribuciones que perciben compañeros de la misma categoría. Ataviados con chalecos amarillos, se concentraron en la plaza Mayor y siguieron los primeros minutos de la sesión desde el salón de plenos.

Se marcharon y se concentraron en la plaza Pescadería, y desde allí, desde los pies del Ayuntamiento, consiguieron hacerse oír, y mucho. Las bocinas, los pitidos y los gritos de Fuera, fuera o equiparación resonaban en el salón de plenos, y obligaron a interrumpir la intervención del edil Rafa Simó -que precisamente intentaba argumentar la necesidad de evitar el ruido y conciliar ocio y descanso- hasta en seis ocasiones.

Cada vez que empezaba a hablar desde el atril, volvían los gritos, sincronizados con cada palabra de Simó. La situación se volvió insostenible, hasta el punto que la alcaldesa pidió un receso, que duró media hora, y convocó junta de portavoces. Marco, el vicealcalde y el edil de Seguridad bajaron a hablar con los policías, que abandonaron el pulso para que continuara el pleno, pero, avisaron, «seguiremos exigiendo la equiparación salarial».