La limpieza vuelve a provocar problemas en el centro penitenciario de Albocàsser. Trabajadores del centro explican a Mediterráneo, y los sindicatos Acaip y CSIF lo confirman, que desde hace varias semanas el servicio se encuentra «bajo mínimos» porque tres de las cinco trabajadoras de la empresa externa que se encarga de esa tarea están de baja.

Esto ha provocado que la dirección haya optado por que sean los presos comunes quienes hayan comenzado a realizar las labores de higienización en los búnkeres interiores, donde viven los internos. Esto, según el delegado de Acaip en el centro, es «un grave problema de seguridad, pues supone la entrada de reclusos en unas zonas donde tienen totalmente prohibido el acceso».

Otros funcionarios consultados por este diario corroboran el peligro que supone que los internos, realizando estas funciones, accedan a claves y datos «delicados» para la seguridad tanto del personal como de otros presidiarios. Además, advierten de la posibilidad de que entren en contacto con presos de mayor peligrosidad y que puedan darse motines como los que ya se produjeron en este mismo presidio en 2010 y 2013. Por ello, desde Acaip confirmaron que ya preparan una respuesta ante la dirección que prevén presentar en los próximos días, mientras el representante de prisiones de CSIF exigió que se cubran, pues la suciedad «se acumula».

Según los sindicatos, tan solo dos trabajadoras se encargan actualmente de la mayor parte del trabajo. «Es imposible que puedan asumirlo todo, pues aquí somos unos 480 empleados y hay más de 1.300 reclusos», indican.

Pero la problemática es antigua, pues las cinco trabajadoras ya asumían una carga de trabajo superior a la que se les supone por contrato. Y es que, según Acaip, la relación de puestos de trabajo del centro establece que tiene que haber tres encargados de la limpieza de los módulos donde viven los presos contratados por Instituciones Penitenciarias. «Estas figuras hace dos años que no existen, y la empresa externa se ha encargado de ello», afirman desde ambos sindicatos, que exigen al Gobierno central que las cubra de una forma inmediata.

SILENCIO DE SUBDELEGACIÓN

El Ejecutivo optó ayer por no dar su versión sobre estos hechos.