La Plataforma en Defensa de la Cruz del Ribalta entregó ayer en el registro del Ayuntamiento de Castellón 17.000 firmas recogidas desde su creación a principios de marzo, para frenar la intención de retirarla del parque. En su petición, solicitan que «la cruz del Ribalta, que lleva 73 años en el parque, considerado bien de interés cultural, se mantenga en su actual emplazamiento».

Presentan estas firmas ahora, después de que el equipo de gobierno, en palabras de su portavoz y concejala de Cultura, Verònica Ruiz, anunciara su reubicación para el 2018, basándose en el cumplimiento de la ley de memoria histórica y el cumplimiento del Pacte del Grau, que en su artículo 4.43 recoge «la retirada de elementos de exaltación de la dictadura franquista».

Para la plataforma, no obstante, «el monumento está dedicado a todas las víctimas de la violencia desde el año 1979, tras un acuerdo al que llegaron todas las fuerzas políticas del momento, incluidos los partidos socialista y comunista». Un argumento que también comparten desde el grupo municipal popular, al asegurar que dicha cruz «cumple con la ley de memoria histórica».

Por ello, la decisión de retirarla del Ribalta obedece más, al parecer de la plataforma, a «un intento de eliminar cualquier símbolo cristiano de la vía pública».

JUZGADOS

Por otra parte, y como ya advirtiera el presidente del colectivo, Javier Torres, la Asociación de Abogados Cristianos, como representación legal de la plataforma, ha anunciado que, de aprobarse la retirada, «presentarán una denuncia contra la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, por prevaricación, al entender que con esta medida se actúa contra la libertad religiosa de los católicos y de sus símbolos».