Si hubo una cuestión en la que se pusieron de acuerdo todos los presentes en el encuentro de ayer en València fue en la necesidad de acometer una reconversión varietal que garantice la existencia de campañas más ordenadas y poniendo en valor tipos de cítricos que tengan buena salida al mercado.

El ministro de Agricultura, Luis Planas, defendió que la actual temporada ha estado caracterizada por una bajada de precios «injusta» y abogó por ver cómo pueden «apoyar al sector en el futuro». En este sentido, apostó por que España siga siendo «el primer exportador de productos agrarios fresco del mundo» con «nuevas variedades, calidad y una apuesta por el cultivo ecológico».

Igualmente, el ministro hizo referencia a que las organizaciones de productores solo comercializan el 34% de la naranja producida, por lo que pidió incrementar estas cifras para que «puedan utilizar de forma más eficaz las medidas de gestión de crisis, planificar la producción para ajustarla a la demanda o incluso abordar proyectos de reconversión varietal».

Puig, por su parte, abogó por una «reestructuración de los cítricos, tanto en el aspecto comercial como en su propia arquitectura institucional». En este punto coincidió con Planas, que manifestó que los distintos actores citrícolas deberían «estar organizados en una interprofesional para aprovechar los fondos comunitarios para campañas de promoción». En las últimas semanas la difícil situación del sector ya provocó la reactivación de Intercitrus.