Acabar la nueva facultad de Ciencias de la Salud en la Universitat Jaume I es «irrenunciable y prioritario». Lo dice el primer rector y actualmente rector honorífico de la UJI, Francesc Michavila, que exige a la Generalitat «la financiación necesaria para terminar las obras», después del cruce de declaraciones realizadas la pasada semana entre el actual rector, Vicent Climent, que urge la necesidad de una inyección de 13 millones de euros para acometer la segunda fase del edificio y concluir las obras; y el Consell, que le dice que no habrá un plus y confía en que la Universitat podrá terminarla con fondos propios.

Michavila, que participó ayer en la mesa redonda Difusión e impacto social de la investigación, se suma a la reclamación y a la vez denuncia de Climent y pide «la financiación que se necesite para completar la nueva facultad». «La Generalitat debe entender que la UJI no pide este dinero para beneficio propio sino para la sociedad de Castellón, y el Consell, a su vez, debe mostrar su sensibilidad social con proyectos de futuro, a medio y largo plazo, como este, puesto que de aquí saldrán los profesionales del futuro», señaló. «Es un compromiso que debe cumplirse», apostilló.

LA SITUACIÓN ES «CRÍTICA» //

Como publicó el sábado Mediterráneo, el rector Climent explicó en una reciente visita a las obras, ya concluidas, de la primera fase de la nueva facultad del campus de Riu Sec, que la UJI se encuentra «en una situación económica crítica», con un presupuesto de 98,5 millones de euros y una asignación del Consell de 61,8 millones, congelada y sin visos de remontar. Si bien en este 2017 se incluyeron 11 millones para acabar los tres primeros módulos del edificio, para el 2018, Educación no ha previsto ninguna partida extra en los presupuestos para poder licitar e iniciar las obras de los dos cubos restantes. «Castellón corre el riesgo de quedarse solo con media facultad o dilatar las obras; y ambas opciones son un fracaso», indicó Climent, que reclamó que «si no hay una financiación ex professo, se mantenga la subvención y la promesa de pago de la deuda histórica».

Michavila destacó que «si la UJI quiere crecer, y en el ámbito de las Ciencias de la Salud es una necesidad, debe poder ser capaz de atraer talento, tanto de estudiantes de fuera, que ya lo hace en esta área, como de profesorado». «Una de las obligaciones de la UJI es captar docentes de alta cualificación, valiosos para trasmitir a los futuros médicos o enfermeros, y no se puede hacer esto sin unas infraestructuras como Dios manda, punteras y, sobre todo, completas, cara a potenciar líneas de investigación innovadoras y con resultados y que definan qué tipo de profesionales generará la Universitat», dijo.

El profesor señaló que la universidad de Castellón «no puede renunciar a definir su futuro» y que «la Generalitat la debe acompañar». «Y si Castellón quiere posicionarse mejor en los ránkings mundiales hay que tener instalaciones en condiciones, además de apostar por tener impacto en investigación y en la internacionalización», manifestó.