Las siete rectoras de la universidades públicas españolas (de 50 campus) se han reunido hoy en la Universitat Jaume I de Castellón para debatir sobre los retos en materia de género y han abogado por "construir un liderazgo femenino" y superar la desigualdad femenina en cargos de responsabilidad en el sistema universitario, donde las mujeres suponen cifras en torno al 20%.

Así lo han puesto hoy de manifiesto las rectoras de la Jaume I (UJI), Eva Alcón; de la Universitat de València (UV), Mª Vicenta Mestre; de la Universidad de Granada, Pilar Aranda; de la Universitat Autònoma de Barcelona, la castellonense Margarita Arboix; de la Universidad del País Vasco, Nekane Balluerka; de la Universitat Rovira y Virgili, María José Figueras, y de la Universidad de Huelva, María Antonia Peña.

Las rectoras han explicado las labores llevadas a cabo en sus universidades en las que se han implementado en los últimos años planes de igualdad y medidas encaminadas a fomentar la conciliación y la presencia de mujeres en altos cargos docentes y administrativos, así como en las carreras técnicas, en las que se matriculan mayoritariamente hombres.

También han establecido "nuevas formas" y medidas para que las mujeres "den el paso" y se atrevan a postularse para adquirir mayor responsabilidad en el ámbito universitario.

LA UJI, COMPROMETIDA

Eva Alcón ha asegurado que la UJI está comprometida con la igualdad de género desde sus inicios y se han desarrollado ya dos planes de igualdad, pese a lo cual, ha recordado que solo el 20% de los catedráticos son mujeres.

Para la rectora castellonense los retos pasan por aplicar la perspectiva de género en la docencia, en la bibliografía, en las lecturas obligatorias y ahondar en la sensibilización para "empoderar a las mujeres".

Alcón ha asegurado que también hay que descartar la idea de liderazgo femenino, ya que, en su opinión, es un "error" el hecho de que "lleguemos a las máximas responsabilidades y reproduzcamos los modelos que tenemos, que son masculinos".

Y ha incidido, al igual que el resto de rectoras, en la necesidad de llevar a cabo este cambio con la "complicidad de los hombres", porque solo con esa sintonía "se pueden eliminar los estereotipos y eliminar el sentimiento de culpa por nuestra opción de vida".

MÁS EMPODERAMIENTO //

Por su parte Arboix, de la Autónoma de Barcelona, ha asegurado que la situación ha mejorado y el "mee too" ha logrado un cambio "bestial en el empoderamiento", pero la universidad "tiene el reto que esta tijera de cómo los estudiantes que entran -que son entre el 62% mujeres-, en los doctorados están más o menos igualados, y después al llegar a catedráticos esa proporción cae en picado".

Nekane Balluerka ha explicado que la Universidad del País Vasco "ha conseguido la incorporación masiva de la mujer al ámbito científico" lo que supone un "logro importante", pero ha destacado que esto "se quiebra en las cátedras, el personal investigador, las direcciones de decanatos y departamentos y los cargos de prestigio".

"QUEDA MUCHO CAMINO"

Mavi Mestre, de la Universitat de V alència, ha destacado que "estamos caminando hacia la igualdad", pero ha afirmado que es necesario "no caer en la autocomplacencia" porque "queda mucho camino por recorrer y la universidad tiene una gran responsabilidad para conseguir el objetivo de la igualdad y la sociedad inclusiva.

María José Figueras,de la Rovira i Virgili, ha asegurado que "si identificamos las limitaciones que impiden que las mujeres puedan llegar a la normalidad se podrán establecer las medidas correctoras".

La rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda, ha criticado la "brecha de género" de todos los centros y la "invisibilidad del trabajo de la mujer ante posturas androcéntricas y de autoexclusión. La discriminación es muy negativa en el papel de la mujer en la ciencia y los puestos destacados".

María Antonia Peña, de la Universidad de Huelva, ha afirmado que curiosamente las rectoras mujeres representan universidades muy grandes y muy pequeñas, pero "curiosamente el diagnóstico es el mismo" por lo que "hablamos de un problema estructural que manifiesta la universidad porque se proyectan problemas sociales y culturales de enorme calado".