La prioridad con la que actualmente trabajan los técnicos de Adif es la de recuperar las frecuencias de los trenes de Cercanías previas al inicio de las obras. Para ello, tan solo se debe dar una premisa: finalizar las actividades constructivas.

De esta manera, para restablecer las 41 frecuencias por sentido con que contaba la línea C-6 entre Valencia y Castellón (actualmente son 23, a las que hay que sumar 10 autobuses lanzadera), no hará falta que el trazado reciba la certificación de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, según han señalado al periódico Mediterráneo fuentes cercanas al proyecto.

Y aunque desde el organismo que depende de Fomento no se atreven a dar una fecha para la conclusión de los trabajos, las fuentes consultadas señalan que esto se podría producir hacia el mes de diciembre.

Todo con el fin de evitar las molestias que, con el inicio de las clases universitarias y la vuelta al trabajo tras el paréntesis estival, han vuelto.

El propio conseller de Territori i Sostenibilitat catalán, Josep Rull, que volvió el lunes a Barcelona en Euromed, acompañado por su presidente Carles Puigdemont y todo su séquito tras la cumbre con Ximo Puig en Valencia, se lamentó en Twitter de “un servicio impropio del siglo XXI” después de que el tren quedase parado “cinco veces desde Castellón a Tarragona”.

Renfe ha defendido en varias ocasiones que ha logrado mantener bastante bien los niveles de puntualidad pese a los tramos en vía única (actualmente entre Sagunto y Puçol). H