El bipartito y su socio de gobierno, Castelló en Moviment, se sentarán este mes a negociar una reforma fiscal que será de aplicación en el ejercicio 2017, después de que las conversaciones entre los grupos para aplicarla este año fracasaran, tras rechazarla el grupo asambleario durante el pleno del mes de octubre y quedarse el bipartito en minoría. Entre las modificaciones a introducir podría estar una ampliación de los contribuyentes al Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), una propuesta que Castelló en Moviment llevará a la mesa de trabajo.

Así lo explica el portavoz del grupo, Xavi del Señor, reconociendo sin embargo que habrá que tener en cuenta hasta dónde puede llegar el gobierno municipal a nivel competencial. La propuesta es “que pague más quien más tiene”, lo que incluye que abonen el IBI “las propiedades de la iglesia, los edificios de bancos o del Sareb o empresas que están en el puerto que no lo hacen”.

Una propuesta que deberá estudiar la alcaldesa, Amparo Marco, y el equipo de Hacienda del equipo de gobierno, encabezado por el concejal Antonio Lorenzo. Desde el bipartito han expresado su “optimismo” ante las negociaciones, ya que al igual que Castelló en Moviment, creen que el hecho de tener más tiempo para discutir las modificaciones de tipo fiscal --en la anterior negociación solo se contó son unos pocos días-- garantizará que la reforma se lleve adelante.

Y es que, tal y como reconocen ambas partes, el fracaso en las negociaciones fue una cuestión “más de forma que de fondo”, por lo que es probable que el resultado final no se aparte demasiado del que presentó el equipo de gobierno el pasado 22 de octubre, con la reducción del IBI como medida más destacada.

reducción del impuesto // En este sentido, hay que recordar que la propuesta liderada por Antonio Lorenzo planteaba reducir en un 2,35% este impuesto, una medida que tenía un impacto en las arcas municipales de 2,5 millones de euros.

Claro que no solo está pendiente la aprobación de la bajada del IBI, sino también otras medidas anunciadas por el bipartito que no recabaron los suficientes apoyos en el pleno, en concreto la modificación del ICIO para ayudar a la rehabilitación y rebajas en la tasa de vados y en el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica. La única medida aprobada por unanimidad fue la rebaja en las tasas a pagar por la ocupación de vía pública.

“Negociamos tarde y mal”, reconoció en su momento el vicealcalde, Enric Nomdedéu, un error que no quieren repetir. H