Tres tramitadores tomaron ayer posesión en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Castellón y dos gestores lo harán el próximo día 1 de marzo para cubrir las cinco plazas que habían dejado vacantes los funcionarios de este órgano tras solicitar un traslado. Así lo confirma a este diario el director territorial de Justicia en Castellón, Roberto Álvaro, quien reconoce que el juzgado que centraliza los casos de violencia de género es «especialmente complejo» por la «fuerte presión» que tiene y la «carga de trabajo» que soporta.

«Los funcionarios no están a gusto en ese destino, no suelen quedarse mucho tiempo y tenemos dificultades para cubrir las plazas», admite Álvaro, tras las críticas sindicales recibidas ante las peticiones de traslado. Desde Intersindical denunciaron a finales de año la situación de un órgano que está «de guardia permanente», que lleva temas «muy sensibles», y pidieron «máxima celeridad» para cubrir plazas.