Agentes de la Policía Nacional, en el marco de dos investigaciones paralelas, practicaron un registro en la provincia de Castellón dentro de una operación a nivel nacional en la que han desmantelado la infraestructura de las principales webs presuntamente dedicadas a la venta y distribución ilegal de medicamentos en España y han detenido a 33 personas, según informan desde la Dirección General de la Policía.

Las dos organizaciones utilizaban medios tecnológicos avanzados y obtenían grandes beneficios con escaso riesgo (superando los 3 millones de euros), blanqueando posteriormente las ganancias de diferentes formas, entre otras, comprando moneda virtual.

Junto al registro practicado en Castellón, han realizado otros 16 en las provincias de Alicante, Murcia, Madrid, Málaga, Barcelona, Sevilla, Zaragoza, Palma de Mallorca, Valladolid y Valencia.

Fruto de estas actuaciones, los agentes han intervenido más de 70.000 comprimidos/geles de medicamentos contra la disfunción eréctil, sustancias estupefacientes (líquido GH, MDMA, cocaína, popper), cientos de artículos informáticos y joyas de gran valor.

La investigación arrancó en mayo del 2019, cuando los agentes detectaron las actividades de estos portales web para la venta de medicamentos en toda España, con el consiguiente riesgo para la salud. Estos grupos criminales se valían de expertos informáticos y utilizaban medios tecnológicos avanzados con la finalidad de, por un lado, favorecer la ejecución del delito y conseguir la impunidad de sus miembros, al tiempo que aumentaban el número de compradores; y por otro, dificultar la investigación policial mediante la adopción de fuertes medidas de seguridad.

En este sentido, hacían uso de aplicaciones de mensajería instantánea que contaban con métodos de encriptación y borrado de mensajes. Además, usaban conexiones VPN para dificultar su localización por IP, y alojaban sus páginas webs de farmacias virtuales en servidores offshore, ubicados en países ajenos a la jurisdicción europea o estadounidense. Las ganancias adquiridas por la venta de medicamentos ilegales superan los 3 millones, ya que su compra apenas representaba unos céntimos por comprimido en los países asiáticos de donde los obtenían. Luego blanqueaban los beneficios obtenidos por su venta en la red.