Las obras de adaptación de la actual plataforma ferroviaria entre Valencia y Castellón para acoger el tercer hilo que permitirá la llegada del AVE a la capital de la Plana, y que están obligando a reestructurar constantemente el servicio de trenes de Cercanías entre las dos ciudades, está mermando el número de usuarios que utilizan este medio de transporte para realizar sus desplazamientos, según reconoce Renfe a preguntas de este rotativo.

Los últimos datos disponibles por parte de la compañía encargada de gestionar el servicio ferroviario de Cercanías, hablan de una media de “15.800 viajeros” diarios que suben o bajan en alguna de las 19 estaciones y apeaderos que jalonan la línea C-6, que une Valencia y Castellón. Es decir, unos 5,7 millones de pasajeros utilizarían al año el ferrocarril para moverse, ya sea por motivos de trabajo o por ocio.

Sin embargo, fuentes de Renfe matizan que el dato se recoge en el último estudio realizado por la compañía, y es del 2014 --se realizan bienalmente--, un aforo en el que “seguro habrá habido algún descenso” cuando se conozca el resultado de los años 2015 y 2016, justo los dos ejercicios en los que se están llevando a cabo los trabajos de adaptación de la plataforma ferroviaria y que han obligado a modificar, y recortar, el número de convoyes que lo transitan, generando infinidad de quejas de usuarios, colectivos sociales e instituciones.

MENOS OFERTA // Mediterráneo ya informó en su día que las obras de ejecución del tercer hilo, que actualmente continúan en marcha, a pesar de que el Ministerio de Fomento resaltó en repetidas ocasiones que estarían finalizadas en diciembre del pasado año 2015, han obligado a recortar el número de frecuencias que circulan entre las dos ciudades. Concretamente, se ha pasado de “los 40 trenes por sentido que diariamente hacían el recorrido a los 25” que lo hacen en la actualidad. Aun así, fuentes de Renfe insisten en que la disminución en el número de trenes no ha conllevado una caída en la cifra de plazas, aunque al mismo tiempo admiten que “la disminución de la oferta de trenes supondrá algún descenso en el número de usuarios”, puesto que “algunos de ellos han buscado transportes alternativos” para esquivar “las molestias” que en la actualidad se están viviendo en la línea C-6.

El periódico Mediterráneo ya viene haciéndose eco desde hace meses de las quejas constantes de los usuarios frente a incidencias como cambios de horarios o supresión de servicios, averías o trayectos que se eternizan más de lo previsto, hasta el punto de que Renfe anunciaba públicamente que suprimía su compromiso de puntualidad en estos trayectos para evitar responsabilidades.

Aun así, las mismas fuentes de Renfe dicen que “esperamos que se recuperan los niveles de pasajeros cuando la situación se normalice y se recupere la cifra de trenes que prestan el servicio”.

Un suma y sigue que, con cada incidencia nueva, incendia las redes sociales y multiplica las quejas de los viajeros, y que, lejos de tener fecha de caducidad, se está eternizando en el tiempo. Este rotativo ya ha informado de que el plan de obras que está impulsando Adif, dependiente del Ministerio de Fomento y responsable de la planificación de las obras, prevé un calendario de trabajos en la plataforma ferroviaria hasta, al menos, el próximo verano. H