Ante las numerosas quejas de los usuarios del Cercanías entre Castellón y València por los retrasos de los trenes, de las que se hizo eco ayer Mediterráneo, Renfe defiende que el 95% de los convoyes llegan a puntuales o con un retraso menor a tres minutos; y que de los 2.722 trenes que habían recorrido la línea C-6 desde el 1 de enero hasta la mañana de ayer, únicamente 134 no cumplieron con los horarios previstos.

Desde la empresa pública, pese a reconocer los problemas de retrasos, se pone en valor que el servicio ha mejorado en los últimos meses y que el porcentaje de cumplimiento el ejercicio pasado «se ha incrementado un punto respecto al año 2017».

AVERÍAS // Las estadísticas de Renfe marcan que de los 134 trenes que no han sido puntuales durante este 2019, 15 fueron suprimidos debido a averías de material o causas externas (arrollamientos, factores meteorológicos...). Respecto a los 119 restantes, más de la mitad acumularon retrasos a causa de problemas en la infraestructura (vías o electrificación) o en los mismos convoyes. «Trabajamos para ir mejorando poco a poco», indican las mismas fuentes.

El mismo delegado del Gobierno, Juan Carlos Fulgencio, reconoció durante su visita del lunes a Vinaròs que tanto el Ministerio de Fomento como el Gobierno central son «conscientes» de los problemas que sufre esta línea y de que «hay que seguir ampliando la calidad del servicio y atender a las reivindicaciones».

Una de las mayores quejas de los usuarios es el estado de los trenes. A este respecto, desde la empresa pública destacan que muchos problemas venían derivados no por la antigüedad de los mismos, sino a la falta de personal de mantenimiento, que se corrigió en diciembre.

La línea C-6 es recorrida diariamente 79 veces, de ida y vuelta. En hora punta, sale un tren cada 15 minutos. En cuanto a las frecuencias en dirección al Baix Maestrat, tras su ampliación son 24 los trenes que completan el trayecto cada jornada