Renfe, la compañía ferroviaria encargada de la gestión del servicio de trenes de Cercanías entre Castellón y Valencia, no contempla, al menos “de momento”, la inclusión de nuevas escalas en el servicio de autobuses lanzadera que funciona desde el pasado día 29 de marzo como refuerzo a los trenes, ante la disminución de las unidades en circulación por las obras de construcción de la plataforma que permitirá la llegada del AVE a Castellón.

Así lo han transmitido a Mediterráneo fuentes oficiales de la compañía, después de que este rotativo se hiciera eco de las quejas de usuarios que denuncian que el servicio de autobuses solo para en Valencia y Castellón (las dos capitales que son origen o destino de los trayectos), Sagunto y, ocasionalmente, el Cabanyal.

“Los autobuses complementan el servicio de trenes, son un refuerzo de los cuatro convoyes que cubren el trayecto de mañana en hora punta, a primera hora de la tarde y al final del día”, indican desde Renfe a Mediterráneo. “Los autobuses no están concebidos como sustitutos del tren, sino para aumentar las plazas disponibles para los usuarios”, añaden.

Son 23 trenes por sentido al día (46 en total), frente a los 80 habituales. De ahí que Renfe habilitara 10 autobuses lanzadera por sentido en horas puntas, que suman unas 2.500 plazas. Sin embargo, solo unas 650 se llenan.

Pero no hay previsión de que, próximamente, los autobuses vayan a tener más escalas en alguno de los 19 municipios que también toca el tren y que el bus pasa de largo en su trayecto por carretera. “Por nuestra parte no hay ninguna novedad”, subrayan, recordando que, en cualquier caso, este asunto se abordaría en la reunión mensual del grupo de trabajo que ha constituido la Generalitat, Renfe y Adif para coordinar el tráfico de pasajeros y las obras en la vía y las molestias que están conllevando para el pasaje.

PUNTUALIDAD // Las mismas fuentes defendieron ayer jueves las medidas puestas en marcha, asegurando que han permitido elevar la puntualidad del servicio de Cercanías al 95% desde el 29 de marzo, frente al dato del 80% que se registraba en febrero.

Aun así, es un hecho que, casi a diario, como mínimo alguno de los convoyes viaja con retrasos sobre el horario previsto, si bien lo cierto es que en las últimas semanas la dilación suele rondar los 20 minutos como máximo, frente a la hora o más de antes de establecer el vigente dispositivo.

De todas formas, el cúmulo de molestias ha restado unos 5.000 viajeros/día a las Cercanías. H