Patricia Puerta es la única vicepresidenta de la Diputación. Será la mano derecha del presidente José Martí en esta etapa socialista y tiene el reto de dar forma a un nuevo modelo del ayuntamiento de ayuntamientos, desde las áreas de Bienestar Social, Igualdad y Relaciones Institucionales, y en Penyeta Roja, que le competen.

--¿Qué significa para usted ocupar la vicepresidencia de la Diputación de Castellón después de 24 años de gobiernos del PP?

--Una gran ilusión, porque la ciudadanía nos ha dado toda su confianza para gestionar una institución que debe servir, de una vez, para apoyar a los 135 municipios de la provincia, sin exclusión, y en especial a los pequeños, que son los que más necesitan el apoyo de esta casa. Y junto a la ilusión, una gran responsabilidad por cambiar la forma de gestionar una institución que durante décadas se ha asociado a las etapas más negras del PP, con Carlos Fabra al frente, y en la que, desgraciadamente, ha continuado el clientelismo durante estos últimos 8 años con Javier Moliner.

--Su partido se ha manifestado en contra de la diputaciones tal y como están concebidas ahora, ¿cuál es su opinión?, ¿cree que deben vaciarse de contenido en favor de la Generalitat?

---El Partido Socialista, al contrario que otras formaciones, debate, comparte ideas, analiza las realidades y no tiene ningún reparo en poner encima de la mesa todas las posiciones. Lo que nunca hemos querido es una Diputación para hacer un uso partidista y hasta personal como el que hacían los anteriores dirigentes del PP, que además no han dudado en utilizarla como contrapoder de otras administraciones. Tenemos la oportunidad de reorientar su presente y futuro, de convertirla en herramienta para combatir la despoblación y ofrecer los servicios que sirvan de verdad para la calidad de vida de la ciudadanía y de los pueblos.

--Las relaciones institucionales son una de las competencias que le han sido asignadas, ¿qué objetivos se plantea en este área para la legislatura en este contexto?

--La Diputación que defendemos necesita del apoyo y colaboración de otras instituciones. Durante estos últimos años el PP la ha utilizado como contrapoder de la Generalitat y eso es, sin duda, un error y una instrumentalización absurda de esta administración. Tenemos que reconducir relaciones, pues es fundamental ir de la mano y generar las sinergias necesarias, no solo con la Generalitat, sino con el Gobierno, con Europa, así como con las mancomunidades y ayuntamientos.

--¿Cree que supondrá algún obstáculo para su gestión la necesidad de compaginar este cargo con sus tareas en el equipo de gobierno de Castelló?

--No, no tiene que haber ninguno. Lo que está claro es que mi trabajo en el Ayuntamiento no será tan intenso como estos últimos cuatro años, ya que ahora, como vicepresidenta con dedicación exclusiva, bajará mi responsablidad municipal. El hecho de que en las elecciones pasásemos de siete a diez concejales hace más fácil que me centre en la vicepresidencia, ya que mis compañeros asumen la mayoría de responsabilidades que recaían en mí.

--Entre sus competencias está una de las más sensibles, especialmente en el interior, bienestar social, ¿cómo piensa abordarla? ¿Mantendrá programas como las ‘escoles matineres’ o unidades de respiro? ¿Algún nuevo plan?

--Pues la abordaremos, en primer lugar, escuchando a los municipios, ver sus necesidades y trabajar codo a codo con ellos. El bienestar social es fundamental, y en especial en los pueblos de interior, que tantas necesidades tienen en cuestiones como el mantenimiento de escuelas, la atención sanitaria o el envejecimiento activo... Programas como las escoles matineres o las unidades de respiro han sido, sin duda, positivas. Pediremos informes, analizaremos el impacto de todo lo que se ha hecho y todo lo que sea positivo sobre la calidad de vida de la ciudadanía, que nadie dude de que se mantendrá. Seguro.

-Penyeta Roja ha sido etiquetada como una de las competencias impropias de la Diputación. ¿Cuál es su opinión? ¿Acometerá el traspaso? ¿Tiene alguna previsión para el centro mientras?

--En relación a Penyeta Roja lo primero que estamos haciendo es analizar el servicio que se presta. De hecho ya he pedido los informes pertinentes a la dirección del centro, para poder abordar de forma objetiva el tema con la Generalitat. Lo que sí puedo asegurar es que el servicio se prestará de la forma que más beneficie a sus usuarias y usuarios.

-¿Qué cree que puede hacerse en pro de la igualdad de género desde la Diputación? ¿Cuáles son sus metas al respecto? ¿Alguna medida concreta en cartera?

--En materia de igualdad está todo por hacer. Por desgracia los anteriores gobiernos del PP no han invertido recursos de ningún tipo, ni económicos ni humanos, en pro de la igualdad. Se trata de un tema totalmente transversal y en el que hay mucho por hacer: elaboración y desarrollo de un plan de igualdad, formación para todo el personal, elaboración de presupuestos con perspectiva de género... Pero no solo a nivel interno, la Diputación debe ser el impulsor y promotor de la igualdad de género en todos los municipios, especialmente en los de interior donde los trabajos rurales están más masculinizados.

--Usted ha accedido a la Diputación en el contexto de un duro proceso de conflicto interno en el PSPV, ¿cómo cree que afecta a la cohesión del equipo de gobierno? ¿Perjudicará la gestión?

--Este partido, si se caracteriza por algo, es por el debate interno, del que siempre extraes aspectos positivos. No vamos a negar que en la elección de los diputados y diputadas provinciales han surgido diferencias, algo que siempre pasa en estos procesos, pero creo sinceramente que se ha hecho una lista que cuenta con tres ingredientes fundamentales: capacidad de trabajo, ilusión y muchas ganas de llevar a cabo políticas que ayuden a los vecinos.