El éxito de la alianza entre los colectivos de José Benlloch (Guanyem futur) y Josep Lluís Grau (Militantes en pie) para colocar a sus candidatos al frente de las principales comarcas socialistas castellonenses ha creado un segundo nivel de poder en esos territorios, como mínimo separado --si no enfrentado-- del provincial, que quedó establecido en el congreso de Almenara, en el que Ernest Blanch (Sumem Futur) fue elegido secretario general del PSPV en la provincia, tras vencer precisamente a Benlloch y Grau en primera vuelta en las urnas por la mínima.

Con toda probabilidad, por tanto, de los congresos que se celebrarán el próximo día 24 de febrero saldrá una fotografía interna que será casi el negativo de la imagen que surgió del proceso previo. Si entonces los órganos de gobierno socialistas quedaron copados por Sumem futur, las ejecutivas comarcales, al menos las principales, en Plana Alta, Plana Baixa y Els Ports-Maestrat, que suman más del 80% de los poco menos de 2.000 afiliados socialistas castellonenses, carecerán de presencia significativa de los afines al secretario provincial.

Vivir con la fractura

Lo que ya es un hecho tras las elecciones internas del pasado domingo, este contrapoder comarcal, será decisivo también para la siguiente fase del proceso, los congresos locales, así como es más que probable que las corrientes vencedoras en los territorios hagan valer esta nueva fuerza cara a la confección de las listas con las que el partido acudirá a las elecciones municipales y autonómicas del 2019.

En la Plana Alta, donde ya es el virtual secretario comarcal Joan Morales, de Militantes en pie -en virtud de los apoyos de la corriente de la capital Soca y de Guanyem Castelló--, tras vencer por 244 votos a 179 a Javier Serralvo (en última instancia candidato de Blanch), será llave también en Castellón para el cónclave local y devolverá el apoyo a Soca con condiciones aún por definir.

En Vila-real, la situación tiene otros matices. La decisión de Serralvo, primero de concurrir a las primarias por su cuenta, y después de aceptar hacerlo en el último minuto como el aspirante de Ernest Blanch, un tipo de acuerdo al que su secretario local, Benlloch habría rechazado, le deja fuera del núcleo duro del PSPV local. El entorno del secretario provincial presionó a Serralvo en las últimas horas antes de la primarias para que aceptase su bandera y salvar así al candidato de Sumem futur que se retiró, Santiago Agustí, de unos resultados adversos que, al final, fueron para el propio concejal de Vila-real.

Victoria más ajustada

En la Plana Baixa, la victoria del acuerdo de las corrientes críticas con la ejecutiva, a la que estas no perdonan el bloqueo de los candidatos comarcales de Sumem Futur antes de iniciar negociación alguna, ha sido más ajustada, con 194 votos para Adrián Sorribes, afín a Benlloch, frente a los 180 cosechados por el aspirante de Blanch, José Martínez. En el Alto Palancia, todos esperaban la clara victoria lograda por Benjamín Escriche, el candidato oficialista ( 65,64% de los votos), y no tanto que Inma Mouriño (Militantes en pie) lograra ganar en Segorbe, su agrupación, y cerrar las urnas con el 31,64% de los apoyos de su parte.

Las urnas han completado el dibujo en el que la otra comarca de peso para el PSPV, Ports-Maestrat, ya quedó del lado de Benlloch, con Evaristo Martí de nuevo al frente; y l’Alcalatén-Millars, apenas significativa por número de afiliados, fuera para Samuel Falomir, afín a Blanch, ambas con un solo aspirante y donde no ha habido primarias.

Mientras, ayer, el secretario general del PSPV, el president Ximo Puig, defendió el valor social de la discusión interna en los partidos, como el medio para conseguir impulsar la regeneración democrática.