Responsabilidad ha sido la palabra más utilizada por nuestras autoridades a la hora de explicar y justificar las últimas medidas contra el coronavirus. Recuerden que responsabilidad viene de responder, de actuar de acuerdo a lo que se espera de nosotros. Si somos capaces de dar cuenta de nuestras decisiones y acciones, generamos confianza, si no los hacemos solo producimos desengaño. Los gobernantes han seguido las recomendaciones de las autoridades sanitarias pensando en el interés general, en nuestra salud. La población ha asumido estas medidas, mientras que parte de la oposición ha seguido aprovechándose. Ustedes mismos.

Afortunadamente, las personas son más responsables de lo que creemos y están actuando de acuerdo a las pautas y recomendaciones. Saben que debemos convertirnos, como ciudadanos, en auténticos muros de contención y reducción frente el virus. Ahora nos toca a nosotros asumir nuestra responsabilidad. Como me decía un buen amigo, que ya había decidido venir a vernos en fallas, ahora empieza la actitud de los ciudadanos. En estas situaciones de riesgo es cuando debemos demostrar nuestra solidaridad.

Es también un buen momento para reconocer y agradecer la labor de los profesionales sanitarios. A la falta de recursos en sanidad, a un trabajo que depende más de su profesionalidad y de su vocación que de su nómina, se suma ahora la prohibición de moverse y de disponer de vacaciones y días libres. Para ellos el riesgo de contagio sí que es amenazador. Nos sentimos orgullosos de nuestra sanidad pública, pero debemos pensar en la sobrecarga que depositamos en nuestro personal sanitario. Exigir más recursos.