De Castellón al Valle de los Caídos. Los restos de 1.727 personas trasladadas desde las comarcas castellonenses todavía descansan en la Basílica de Cuelgamuros. Un dato facilitado por el socialista Ernest Blanch, a partir de los datos oficiales del Ministerio de Justicia. Alrededor de 33.000 cuerpos en toda España fueron llevados al mausoleo que Francisco Franco inauguró en 1959. De ellos, entre 12.000 y 13.000 están sin identificar. Así lo explica Matías Alonso, coordinador del Grupo Recuperación de la Memoria Histórica. Castelló (789), Vila-real (268), l’Alcora (166), Sueras (134) y Burriana (120) son los municipios principales de procedencia de los cuerpos. Según el Ministerio, poco más de un millar de ellos se encuentran identificados con nombres y apellidos.

La provincia fue un importante escenario de la Batalla de Levante, en torno a la línea XYZ, lo que podría explicar por qué Castelló es la provincia de la Comunitat desde la que más traslados se hicieron, pues desde València hubo 225 y Alicante 17.

origen de los SOLDADOS // El grueso de los desplazados desde Castellón eran soldados franquistas muertos durante la Guerra Civil. «Hay mucha gente llevada allí y muy pocas reclamaciones de familiares en proporción; seguramente porque la mayoría eran soldados que venían de Navarra o de Galicia», explica Alonso. «Víctimas jóvenes que a lo mejor sus familias nunca han sabido que estaban aquí», añadió. Aunque buena parte de los traslados se hicieron entre el 59 y 60 también los hay del 63 y 64, señala.

En el Archivo Provincial de Rafalafena se custodiaron las actas de los traslados de cientos de cadáveres llevados en 1959 desde la provincia al valle por orden del caudillo. Actas que estuvo investigando Juan Luis Porcar, miembro del Grup per la Recerca de la Memòria Històrica. «Hubo toda una campaña a nivel nacional por medio de los gobiernos civiles y los ayuntamientos; se les hacia localizar las fosas, exhumarlas, comprar cajas, hacer todo el traslado en camiones», añade este experto. «Calculo que un 70 u 80% están identificados», indica Porcar, quien señala, no obstante, que hay mucha labor de indagación, porque muchos datos estaban equivocados. En cuanto a la procedencia «más del 95% eran soldados de fuera de la provincia. Solo hay 20 o 25, que son consecuencia de la represión». El grueso perdió la vida en el campo de batalla. «Hay soldados franquistas o republicanos, pero la mayoría, eran del cuerpo del ejército de Galicia que eran gallegos, navarros, vascos y de Castilla, y de los de la república, hay algunos valencianos, pero la mayoría de otras provincias. Sí que hay valencianos de Castellón entre los soldados, pero faltaría estudiarlo bien.

REACCIONES //

La consellera de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática, Rosa Pérez Garijo, mostró su satisfacción por la exhumación de los restos del dictador, que calificó del «principio de una serie de actuaciones que permitan identificar y restablecer la memoria de todas las víctimas que están en este lugar». Apeló a crear una comisión paritaria de coordinación ya que la gestión de reclamaciones y peticiones de exhumación deberá ser dialogada con las comunidades.

A su vez, el diputado de Compromís, Joan Baldoví, reveló que lo ocurrido ayer no cierra una etapa, sino que empieza una nueva, en la que se deberán recuperar por parte de las familias todos estos cuerpos que yacen en las cunetas o el Valle».

FOSAS COMUNES

EL último estudio, de 2017, cifraba de 152 la cifra de las fosas existentes en la provincia, de ellas 86, catalogadas e investigadas. Ahora, se calcula que hay entre 15 y 20 más que faltaría por cotejar.

La labor de búsqueda y recuperación la inicia bien el Estado en base a una especial utilidad pública o a raíz de la petición de las familias. En Castelló el Ayuntamiento financió las exhumaciones en el cementerio, que han permitido recuperar 18 cuerpos en la segunda fase. La primera se hizo en Segorbe con la subvención del Ministerio de Presidencia en la época de Zapatero. En Borriol fue posible gracias al primer crowfounding aplicado a estas acciones. «Estábamos en Borriol buscando a dos fusilados republicanos pero no los encontramos. En su lugar, hallamos 72 soldados franquistas. Ni una sola familia reclamó el cuerpo. A esta hay que sumar otras en Bejís, en la Peña Juliana pendiente del análisis de ADN», indica el coordinador del Grupo Recuperación de la Memoria Histórica, Matías Alonso, quE añade: «Es como buscar una aguja en un pajar porque hay que esperar a que aparezca un familiar para cotejar el perfil genético. Hay tanta gente tirada por los campos aún y en muy malas condiciones, porque se les castigó a pudrirse en superficie, ni siquiera se enterró a los que morían allí; están muy dañados»,

Porcar indica que los vencedores de la guerra se encargaron a posteriori de sacar los cuerpos de sus soldados de las trincheras y llevarlos al cementerio más próximo; sin embargo, cuando los franquistas ocuparon el territorio, no se centraron en llevar a los republicanos, salvo excepciones. Muchos hicieron fosas en la montaña y se quedaron allí, por eso los que aparecen en el campo son republicanos y los de cementerios, franquistas», añade.