Los trabajos para mejorar el firme de la autovía CV-10 a la altura de Borriol harán que los conductores que pasen por este punto hasta mediados de julio tengan que sufrir retenciones. Durante las seis semanas de obras, y en casi siete kilómetros (los trabajos se realizan entre los puntos kilométricos 17,6 y 24), se cortarán a la circulación, de forma alterna, las calzadas en sentido norte y sur.

Así, las colas en la CV-10 ya son una realidad. Aunque durante buena parte del día se pudo circular sin demasiados problemas, en la primera jornada hubo retenciones a primera hora de la mañana, cuando hubo «entre dos y tres kilómetros de colas por sentido», señalaron fuentes de la Guardia Civil de Tráfico. En otros momentos de máxima afluencia de vehículos también se produjeron problemas. Mientras duren las obras, los transportistas exigen la gratuidad de la AP-7.