El nuevo presidente del PPCS, Miguel Barrachina, ha salido del congreso de su partido en Peñíscola con las bendiciones, puede decirse que unánimes, de la militancia castellonense.

Ese respaldo es también un mandato que el diputado de Segorbe recoge en forma de reto global, recuperar en los comicios del 2019 las alcaldías perdidas. El camino para conseguirlo está definido en las ponencias que obtuvieron el visto bueno general en el cónclave del pasado sábado, en una hoja de ruta que está coordinada, además, con el nuevo organigrama diseñado por Barrachina.

El esquema que rige a partir de este día después del congreso el trabajo orgánico del PPCS refuerza, precisamente, las áreas de comunicación y organización, dos de los puntos clave del documento guía, así como impulsa el municipalismo.

Un desafío estratégico es, por otra parte, hacer cumplir al ministro de Fomento y al Gobierno de España el compromiso de atención a Castellón expresado por Íñigo de la Serna ante los militantes de la provincia.

Regeneración y una mayor transparencia

Recuperar la confianza de afiliados y ciudadanos es uno de los retos que se plantea el partido que ahora dirige Barrachina. Para conseguirlo, el presidente del PPCS ya ha dado el paso de incorporar a su dirección nuevos nombres, marcados en muchos casos por su juventud, profundizando en el proceso llevado ya cabo por el líder que le cede el testigo, Javier Moliner. En este ámbito encaja también la aplicación estricta de la máxima «tolerancia cero» a la corrupción y la máxima transparencia de la formación.

Dar más participación a la militancia en el día a día

El PPCS declara que el afiliado es la «piedra angular» del partido, tesis que ya ha respaldado con el proceso de primarias que Miguel Barachina ha estrenado, al ser el primero en la provincia en ser elegido por este sistema. Ahora queda la carrera de fondo que supone dar participación a la militancia en el día a día, además de, como apunta la ponencia de organización, hacerla protagonista en la confección de las listas de cualquier proceso electoral, incluidos los comicios municipales del 2019, para lo que habrá urnas en cada sede para elegir las candidaturas. Los populares buscan «demostrar» que el PPCS «es una organización viva, capaz de pulsar la voluntad de todos y cada uno de sus miembros, preparada para escuchar activamente a sus afiliados, y para adaptarse a las demandas de la sociedad».

Convertir las sedes en eje de la movilización

La hoja de ruta popular en este sentido es clara: «Debemos fortalecer nuestra capacidad de movilización y que nuestras sedes sean el lugar donde se gesten los nuevos proyectos e ideas que hagan avanzar a nuestro partido», señala el texto. El ideario va incluso más allá al apuntar que sería «fantástico que la participación abierta de los ciudadanos y de nuestros afiliados nos brindara propuestas para la formación de nuestros programas».

Establecer un nuevo modelo de comunicación

El presidente del partido tendrá el apoyo de la nueva figura del portavoz, que ocupa Vicent Sales, y de la vicesecretaria de Comunicación, Esther Felip, para llevar a la práctica el reto de establecer nuevas y eficaces estrategias en este campo. Los objetivos de la formación pasan por el esfuerzo de hacer «más sencillo y claro» el mensaje, «optimizando las herramientas y recursos tecnológicos», con el fin de aprovechar los nuevos modos en las relaciones, y definir lo que denominan «estrategias de comunicación bidireccional más fluida y atenta con nuestros afiliados y simpatizantes y con toda la sociedad».

Colocar en un espacio destacado a NNGG

Estar atento a los valores e ideas que aportan los jóvenes es otro punto de referencia para el nuevo PPCS de Barrachina. Entre los deberes que se plantean completar está el de dar a las Nuevas Generaciones (NNGG) «un lugar destacado dentro de nuestra organización, y deben ser el nexo de unión y el catalizador de nuestro proyecto con esa sociedad joven, dinámica y preparada de la que forman parte», dice el ideario.

Defensa de municipalismo y provincia de Castellón

Los populares han definido como reto para la actual dirección apoyar a los alcaldes y concejales, haciendo que «dispongan de los medios y recursos necesarios para desarrollar su actividad de la manera más efectiva», ya que, destacan, son los más cercanos a los vecinos. Aquí, creen que tienen que ser «ambiciosos y aspirar a que los mejores se acerquen» a su proyecto, «lo hagan suyo y participen de esta pasión por servir a los demás y ser útiles». En este escalón de las administraciones públicas afirman que la Diputación «es capital e imprescindible». Defender la provincia de Castellón es otro eje vital, para lo que crean la figura del defensor, que ocupa Mario García.

Convencer a Madrid para que cumpla compromisos

Más allá de los retos puramente orgánicos, Miguel Barrachina, portavoz popular de Fomento en el Congreso de los Diputados, tiene la nada desdeñable responsabilidad de lograr que tanto el ministro Íñigo de la Serna como el Gobierno de Madrid, cumpla con los compromisos contraídos por este en el congreso de Peñíscola de poner a Castellón en su agenda y traer aquí más inversiones.