La recuperación económica también llega a los talleres de reparación de automóviles, un sector que durante la crisis lo pasó muy mal debido a que miles de personas tuvieron que renunciar a las revisiones o a pequeñas reparaciones por las dificultades económicas.

El golpe fue fuerte, y la recuperación «no es para tirar cohetes», pero ahí están los datos. El presidente de la asociación provincial de talleres Astrauto, Julio del Rosal, asegura que este año se ha producido un «repunte» que sitúa alrededor del 10% para el conjunto del sector, aunque las cifras varían dependiendo de las características de cada negocio.

El cuidado del vehículo privado fue una de las partidas que las economías domésticas más recortaron al comenzar la crisis en el 2007. En Astrauto llegaron a cifrar la caída del presupuesto dedicado al mantenimiento del coche en el 80%, con lo que no es de extrañar que ahora haya satisfacción en los talleres.

El crecimiento es clave porque se está produciendo en unos meses que, históricamente, han sido los más importantes para estas empresas. «Junio, julio y agosto son básicos a la hora de cerrar las cuentas anuales, porque son meses en los que la gente sale de vacaciones y hay más circulación, y por ello, más golpecitos y averías», apunta del Rosal. Asimismo, el impacto positivo del turismo también se nota, pues en muchos municipios de la provincia la población aumenta de forma considerable y los desperfectos se reparan en los talleres locales.

VIAJES LARGOS // Desde junio, cuando los ciudadanos comienzan a preparar sus vacaciones, el ritmo de trabajo se incrementa para los mecánicos. «Vienen a pasar revista a los turismos antes de hacer viajes largos, un tipo de servicio se había reducido mucho, casi a la mitad, y en el que ahora detectamos un aumento», añaden fuentes del sector.

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha insistido durante el mes de julio en la necesidad de que los españoles realicen un mantenimiento adecuado de sus turismos, en su caso poniendo especial énfasis en la seguridad y en los vehículos que tienen diez o más años. Y es que según el último estudio de la DGT, el riesgo de fallecer o sufrir una lesión con hospitalización aumenta con la antigüedad del vehículo. En comparación con los turismos de hasta cuatro años, el riesgo de fallecimiento es 1,6 veces superior en los de 10 a 14 años y 2,2 veces superior en los turismos de 15 a 19 años.