Después de décadas desde que bajaran la persiana los populares quioscos Campos (primero) y Martínez (después), el parque Ribalta recuperará en aproximadamente un mes el servicio que durante años (desde 1899) reunió a decenas de castellonenses en el corazón de la ciudad. Se baraja la inauguración entre el viernes 31 de agosto o los primeros días del mes de septiembre. Se llamará 'El Quiosco del parque' y abre con el objetivo de «dinamizar el parque, con actividades socioculturales y lúdicas, y una propuesta gastronómica variada». Nace como cafetería-restaurante. Servirá desayunos y tendrá una carta de comida y menú diario a mediodía, además de carta para dar cenas.

Lo avanza quien será su regente, Cosmin Mihai, que lleva actualmente El Fadrí de la plaza Pescadería. «Abriremos con mucha ilusión, ya que somos conscientes que el quiosco del parque Ribalta ha sido un referente histórico en la ciudad, y hace más de 30 años que no hay». «Hace falta dinamizar el parque y en el contrato ya se recoge que organizaremos actividades recreativas, como charlas editoriales y juegos para los niños», explica. La concesión es para la explotación y mantenimiento del quiosco por el plazo de cinco años. La empresa gestora será El Fadrí de Romina y Cosmin SC, que ha ofertado un canon anual de 13.080,00 euros. La adjudicación pasará hoy por la junta de gobierno.

En la caseta del pozo

La apuesta por recuperar la cafetería del parque se enmarca dentro de las acciones impulsadas por el Ayuntamiento con el objetivo de revitalizar el Ribalta. De hecho, la nueva cafetería se ubica en la antigua caseta del pozo situada frente al estanque, en la que el consistorio ha invertido 177.000 euros.

La instalación tiene una superficie total de 61,27 metros cuadrados y está compuesta de una área de barra y un pequeño almacén con cocina. La concesión incluirá el espacio destinado a terraza, que permite la colocación de ocho mesas y 32 sillas. La alcaldesa, Amparo Marco, confía en que «ayude a recuperar el protagonismo social que el Ribalta nunca debió perder»; y la edila de Sostenibilidad, Sara Usó, recalcó que quieren hacer del parque «un espacio vivo».