El monolito del parque Ribalta, símbolo del Castellón liberal y levantado en memoria de los cincuenta jornaleros ajusticiados en el campo por las fuerzas carlistas en 1837, se tiñe desde hace días de xenófobas pintadas, que empañan el significado del monumento.

Vecinos y viandantes se sorprenden a diario y reprueban los insultos que reciben gratuitamente ciudadanos gitanos y rumanos en varias paredes del monolito, destruído en 1938 a la entrada de las fuerzas nacionales en Castellón y reconstruido 70 años más tarde, tras las primeras elecciones democráticas en la capital de la Plana.

Los comentarios despectivos parecen obra de vándalos, que, armados con rotuladores, han ensuciado (en todos los sentidos) no solo el histórico monumento castellonense, sino también la ortografía castellana, pues las pintadas se encuentran repletas de clamorosas faltas que dañan la vista. “Los españoles somos los mejores”, “rumanos, iros a vuestro país” o “me dais asco” están entre las perlas del monumento.

LOS VECINOS OPINAN // “Me parece vergonzoso que los chavales de hoy en día se dediquen a hacer estas cosas y, más increíble aún que puedan llegar a pensarlas”, lamenta Concha Mateu, vecina de la zona y quien pasea a diario a su perra por el parque.

Vicente García opina que “el Ayuntamiento debería apresurarse a repintar el monumento y borrar esas frases” porque, según apunta, “esos comentarios son ofensivos y dejan a Castellón en muy mal lugar”. Amparo Ballester, profesora de Lengua y Literatura y aficionada al running, sale a correr por el Ribalta cada día y, además de criticar las pintadas y su “humillante” contenido, se muestra “horrorizada” por las faltas ortográficos. “Se nota que educación tienen poca”, señala. H