El nombramiento de los altos cargos, de confianza, y no sujetos a ningún proceso de contratación pública, para la nueva Generalitat, fue motivo ayer de discusión pública y rifirrafe entre socialistas y populares. Del lado del PP, el vicesecretario general de la formación en la Comunitat y portavoz de Economía en Les Corts, el castellonense Rubén Ibáñez, afirmó que el president, Ximo Puig, «quiere darse un atracón de altos cargos y que los valencianos paguen».

Culpó a Puig de «querer tomar el pelo a los valencianos al proclamar que nombrará todos los cargos y asesores que considere necesarios porque no es un problema para la economía, y claro que lo es».

4.000 millones // Según Ibáñez, entre impagos, facturas en el cajón y los pagos pendientes en políticas sociales, sanitarias y pymes y autónomos, el gobierno del Botànic «acumula cerca de 4.000 millones de euros» pero, lamentó, «su única preocupación es cuántos cargos más van a tener».

El popular dijo que la Comunitat necesita «un Gobierno que se ponga las pilas y empiece a trabajar para solucionar algo inaplazable como el nuevo modelo de financiación».

Del lado socialista, fue el secretario de Organización del PSPV y portavoz de Hacienda en el parlamento autonómico, José Muñoz, quien calificó como «sorprendentes» las críticas de los populares a la estructura del nuevo Consell, y ha destacado que con el PP en el Gobierno, la Administración valenciana «llegó a tener un 42% más de cargos que ahora».

Recordó que Francisco Camps «batió el récord en el número de consellerias, con 14 más la Presidencia, y llegó a tener 245 altos cargos y eventuales, es decir, un 42% más que el actual Consell».

Criticó que «los maestros del despilfarro se atrevan a cuestionar al Consell que ha devuelto la decencia y la eficiencia a las instituciones valencianas». Asimismo, reprochó a Rubén Ibáñez que «la semana en la que se confirman las condenas de cárcel a miembros del PP por robar de las arcas públicas valencianas y la solicitud de penas de prisión para el expresident Francisco Camps por corrupción, salgan a hablar de cómo gestionar el dinero público».